Santa Misa en el Valle de los Caídos, 18N-2006.

19/11/2006.

Entre las amenazas de lluvia y la niebla presente, la jornada en el Valle de los Caídos del día 18 de noviembre ha trascurrido con total normalidad. La Fundación Nacional Francisco Franco, convocó para este día a las cinco de la tarde una Santa Misa en memoria de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera. Los españoles han ido llegando al Valle de los Caídos poco a poco durante todo el día, unos han comido en el recinto o en su cafetería, hasta la llegada de la hora de la Misa.

Durante todo el día, antes del comienzo de la Sta. Misa, diferentes personas a modo particular y otros en representaciones de asociaciones o partidos, fueron colocando flores sobre las tumbas de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera.

A la entrada de la Basílica los miembros de la FNFF, recordaban a los asistentes las normas impuestas para participar en la Sta. Misa, por lo que no se permitió la entrada de banderas y otros símbolos a los asistentes, y se les recordaba que el interior de la Basílica era lugar de silencio y oración.

Miles de personas participaron un años más en la Santa Misa en memoria de Francisco Franco y José Antonio. Dicha Misa fue presidida por el Padre Abad de la comunidad Benedictina y concelebrada por los Padres de la comunidad y algunos Sacerdotes, siendo cantada por los niños de la escolanía del Valle.

Como todos los años ha asistida Dña. Carmen y los miembros de la Fundación Nacional Francisco Franco, Ex Combatientes, Fuerza Nueva, La Falange, F.E. de las J.O.N.S, AJE, entre otros.

Terminada la Santa Misa y una vez fuera de la Basílica, se cantó el Cara al Sol.

Resaltamos lo más importante que el Padre Abad ha dicho en su homilía:

«Descripción del Valle de los Caídos. Cruz para la paz y la reconciliación del mundo y de España. Ella es vida y resurrección para todos, por eso los muertos por los que hoy oramos, presentes aquí o en cualquier tierra de España, no son ya ni de unos ni de otros, todos pertenecen a todos porque todos pertenecen a Dios. Ante Dios no hay vencedores ni vencidos, cada uno lleva a su tribunal el peso de sus propias culpas. Para nosotros ya están en paz los que ayer estaban en guerra. (...) su mensaje para nosotros es “vivir en armonía, en justicia, en verdadera fraternidad. Superar vuestras rivalidades, dar a Dios lo que es de Dios, y daros a vosotros la paz de los corazones ...»

«Dejad en paz también a este lugar, permitid que siga siento un espacio de paz y espiritualidad como lo ha sido hasta ahora, para la mayor parte de las personas que se han acercado hasta aquí, en cantidad innumerable. El Valle tiene una sola misión, la paz y la oración, como dicen los símbolos que lo configuran: una cruz, un templo, un monasterio, un lugar de acogida para quien busca el silencio y el sosiego. ¿a quién ofenden esos símbolos? Símbolos universalmente considerados como emblemas de reconciliación y de paz. Unos edificios construidos por trabajadores que en su totalidad eligieron libremente participar en las obras del monumento, incluidos los que en situación de cumplimiento de penas, decidieron por si mismos redimirlas con el trabajo, de acuerdo con la legislación vigente, hasta seis días de redención por uno de trabajo, en condiciones de estricta igualdad laboral, salarial y social, con el resto de los trabajadores. (...)»

«La cifra de los que murieron durante las obras, supuestamente de la dureza del trato y del trabajo, no fue de docenas o centenares, como tantas veces se hace dar, sino de 14 personas, de ellas al menos la mitad, pertenecientes a los trabajadores libres, y debido exclusivamente a accidentes laborales.»

«Dejémonos pues reconciliar»

«No hay reconciliación, cuando se hostiga los sentimientos religiosos, los principios morales, los valores humanos, familiares o patrióticos, que han sido la herencia secular del conjunto de nuestra sociedad y que hoy son el patrimonio más estimable de la mayor parte de ella.»

«Para esta reconciliación, “debe de contribuir la reconciliación en la memoria ... es aquí desde hace casi 50 años, esa memoria es viva y verdadera, sin discriminaciones, sin que nadie la imponga o la vocee a los cuatro vientos... ha sido y es una memoria callada, una palabra atisba en el silencio, dirigida a Dios, escuchada por los muertos que aquí reposan, pronunciada sólo por voces de monjes y de niños de coro, pero en las que suenan la voz de toda España. Es la memoria ante la Cruz y ante los que pueblan esta Basílica, memoria convertida en Eucaristía, sacrificio y resurrección, para que esos muertos tengan vida, no sólo en el recuerdo de los hombres, sino en la presencia del Dios vivo, con esto queremos subrayar que esa memoria ha nacido aquí y aquí ha tenido alguna de las expresiones más estimables, la que dio el sepulcro más digno a los Caídos, la que pide diariamente ...»

«La memoria que necesitamos recuperar es la de nosotros mismos, la memoria de los rasgos fundamentales el hombre español, de todo lo que hemos sido, de toda nuestra riqueza en la vida, la memoria de las colectividad y lo colectivo ... por tanto memoria entera, de España entera, de manera que la memoria de unos pocos no anule la memoria de siglos y generaciones de españoles.»

«Necesitamos una memoria de España que sea igualmente una memoria de Dios, borrar Dios es borrar España, en cuya historia ha sido el nombre más venerado y pronunciado, la presencia más estimulante, sin El la invocación de la memoria histórica se convierte en una impostura intelectual e histórica....»

                                  

Noticia extraída de: http://www.generalisimofranco.com