Intelectuales.


Por Luis Carlos. 10/02/2008.  


El intelectual de izquierdas es un rara avis en España. Si la izquierda española se ha caracterizado por algo a lo largo de su truculenta historia en comparación, por ejemplo, con la francesa, es por no haber generado ningún intelectual de prestigio.

La decadencia en España ha sido abono de prosperidad cultural. A un políticamente glorioso siglo XVI le sucedió un siglo XVII políticamente degenerado pero sin parangón intelectual en nuestra Historia. A la pérdida de las últimas colonias de ultramar, le siguió una regeneración intelectual que dio lugar a la inigualable generación del 98.

El siglo XX ha sido el siglo de Ortega y Gasset, Marañón, Menéndez Pidal, Menéndez Pelayo, Vázquez de Mella o Madariaga, unos vinculados al conservadurismo más tradicional y otros a sectores más liberales o de centro, pero ninguno de izquierdas.

En épocas de crisis el intelecto español se crece y así hoy vuelven a surgir escritores, filósofos e historiadores que claman por la regeneración, pero ninguno de ellos de izquierdas y todo es porque la izquierda española basa su poder en la ignorancia, en la manipulación y el sectarismo.

Los autodenominados "intelectuales" que representan a la izquierda española son todos personajes de la farándula y el artisteo, muchos de los cuáles los únicos textos que escriben son los de sus canciones y los que leen son los de sus guiones. Si Unamuno o Baroja, Menéndez Pelayo o Marañón pudiesen ver qué es a lo que hoy desde el poder en España se denomina "intelectual", renegarían de forma inmediata de tal calificativo aplicado a ellos mismos.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define "intelectual" como "dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras", por lo cual podríamos aplicar el término a personajes como Ana Belén y Víctor Manuel, Miguel Ríos, Bosé o Fran Perea porque se dedican al cultivo de las letras, las de sus canciones (cuando no son plagios o remasterizaciones), pero ¿y Pilar Bardem? ¿se dedica preferentemente al cultivo de las ciencias o de las letras?

La última concentración "intelectual" celebrada en España no fue un congreso para el estudio de la lengua Castellana en el Siglo de Oro, o de evolución de la historiografía en la etapa de entreguerras, sino una manifestación en favor de "Hamas", grupo terrorista palestino y en contra del bombardeo israelí de la franja de Gaza. A esta, como es ya habitual, acudieron notables pensadores y filósofos como Pilar Bardem o Ana Belén. También estuvo presente Saramago, una importación intelectual de la izquierda para dar cierto toque "culto" al artisteo farandulero de los social-comunistas españoles. Siempre son y serán los mismos y siempre contarán con la habilidad característica de la manipulación mediática que tan bien ha manejado la izquierda radical en España desde que nació hace poco más de cien años.

Nunca se verá a uno de estos "intelectuales" de izquierdas en una concentración contra el terrorismo de ETA y eso es, o por miedo a estar en su punto de mira como tantos miles de españoles de a pié o, porque los terroristas también son de izquierdas y no está en sus libros de estilo lo de manifestarse en contra de aquellos que abanderan las ideas de uno mismo. Tampoco se les ha visto acudir a concentraciones de apoyo a los intelectuales cubanos exiliados o encarcelados, pero sí recorrer España a alguno de ellos del brazo de individuos como Pablo Milanés, bardo del castrismo que en sus conciertos solía vitorear a Fidel Castro y dedicarle canciones.

Es sinceramente esperanzador que, ante la tremenda decadencia política que sufre España, con una izquierda analfabeta gobernando y una derecha que vuela como un helicóptero sin rumbo dando vueltas en torno a sí mismo, surja la luz de verdaderos intelectuales y regeneracionistas que desde las tribunas de algunos periódicos y las páginas de muchos libros nos recuerden lo que somos e intenten espabilar el ser de una España a la que se pretende borrar el camino pasado en pro un incierto futuro.


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com