Ser vivo vs. ser humano.


Por Luis Carlos. 23/05/2008.  


Si bien antes consideraba que la titular del absurdo y sectario pseudo-ministerio de igualdad era una iletrada que, por efecto del nepotismo y del enchufe característicos del repugnante caciquismo político que asola las tierras de España desde el advenimiento de la partitocracia, y no por sus virtudes académicas e intelectuales, hoy la considero un ser vivo repugnante.

Al igual que hicieron las nazis en 1942, esta individua se atreve a definir qué y cuándo un ser humano lo es, atentando contra cualquier criterio científico, filosófico o moral. Para justificar una ley genocida por la que la caterva política pretende dar una vuelta de tuerca más a la manipulación y exterminio de la vida, al servicio de intereses egoístas y antimorales, pretenden definir a partir de cuando un ser humano lo es. De esta forma justifican el genocidio infanticida tal y como los nazis justificaron el genocidio judío retirando a los miembros de esta comunidad su calidad de seres humanos. Hoy definen el inicio de la vida pero no tardaremos en ver como esta gentuza se atreve a definir tambien el final y entonces juzgarán cuando un ser humano lo deja de ser y se aplica la eutanasia forzosa a personas en coma, enfermos terminales, disminuídos psíquicos o ancianos en virtud de retirarles su condición de humanos y convertirlos en seres vivos. No hay duda de que Bibiana, Leire o Zapatero son moralmente iguales, aunque mucho menos inteligentes, de lo que fueron Hitler, Rossemberg o Goebbels. Goebbels nunca se hubiese fotografíado junto a un judío a la salida de una alocución radiofónica, pero Zapatero sí que se atrevió a hacerlo junto a una joven que sufría síndrome de down al concluir un debate televisivo.

En 1512 se reunieron los más afamados juristas y teólogos que había en España con objeto de crear un ordenamiento jurídico que preservase los derechos y dictase las obligaciones de los habitantes del Nuevo Mundo. En un principio se abrió un apasionado debate sobre la condición humana de los indígenas de los territorios descubiertos en el que participaron los teólogos. En aquella sociedad recién salida de la Edad Media y con una mentalidad mucho menos "sensible" a los derechos humanos que la actual, se llegó a la conclusión de que aquellas personas que originalmente habitaban el continente americano eran tan humanos como los que habitaban el viejo y por lo tanto tenían personalidad espiritual y mismos derechos y obligaciones. Han pasado casi 500 años y hoy nos atrevemos a limitar lo que nuestros antepasados, que no vivieron el Siglo de las Luces, que no creyeron en la Razón, que no sufrieron revoluciones ni avances sociales, no se atrevieron a hacer.

Cualquier Ley del aborto, por el hecho de serlo, ya es de por sí moralmente aberrante. La anterior igual que la presente, porque para todos los que defendemos la vida de los inocentes, el aborto es un crimen en cualquiera de sus formas o plazos. Para los políticos en cambio hay distinciones. El Partido Popular, haciendo gala de un presunto compromiso con la vida, considera la ley vigente como un avance y un límite moral, sin pararse a considerar que en el momento en que esta se debatió, el grupo de Alianza Popular estuvo en contra y hasta llegó a hablar de una derogación en el momento en que llegasen al poder. En 1996 Aznar llegó al poder y el número de abortos se multiplicó exponencialmente. Que no vengan ahora ni la señora Pastor ni el señor Rajoy a dar lecciones de moral ni a hablar de compromiso por la vida.

Las ideas políticas pueden evolucionar pero los conceptos morales permanecen, aunque para el Partido Popular todo evoluciona, fruto sin duda de la incoherencia que define todas sus actuaciones.

Mientras el asesino confeso de Marta del Castillo se permite reirse de la sociedad amparándose en una serie de derechos que evitan la utilización de sistemas más contundentes de obtención de información por parte de los cuerpos policiales, mientras una sociedad hipócrita se lleva las manos a la cabeza viendo como unos policías en EEUU apalean a un conductor kamikaze dispuesto a matar a todos los que se pusieran delante de su vehículo en huída, mientras Josu Ternera o De Juana Chaos se ríen de sus víctimas al amparo de injustas legislaciones, pocos nos llevamos las manos a la cabeza ante la aprobación de una legislación que permite asesinar a niños sin darles opción a nacer, a ser adultos y a defenderse.

Si la ley del aborto hubiese estado vigente hace cuarenta años, estoy seguro de que ni Bibiana ni Leire ni otros miles estarían hoy ocupando los puestos que ocupan y no serían más que el resto de un "ser vivo" arrojado a un vertedero.


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com