Que se lo lleven ya


Por Jaime Miguel Tur, antiguo Sargento Legionario, 29/04/2010.


 

Es claro que los insultos al GENERALÍSIMO FRANCO,  no decaen. No hay nada más importante por lo que luchar; según el parecer de los sindicalistas basura y chupones  que tenemos. El franquismo es la socorrida artimaña,  para tapar a los corruptos de su cuerda -TODOS- por un allá quítame esas pulgas.

Es decir,  los millones de parados que ha creado el mal  gobierno de nuestro país, parece ser peccata minuta  a la vista de la falta de preocupación que demuestra la gentuza responsable de proteger a los trabajadores.

Nada de extrañar, porque toda esta purriela humana son los continuadores de los ladrones que se llevaron todo el erario público que teníamos en el Banco de  España, cuando vieron que perdían la guerra; así como todas las valiosas joyas que habían sido depositadas en los distintos bancos del País.  No dejaron nada; robaron hasta los objetos que habían sido empeñados -por la gente pobre- en los Montes de Piedad de cada ciudad.

Insisto, están robando, como sus antiguos coleguillas mangantes, y siguen utilizando el nombre del GENERALÍSIMO FRANCO para despistar. Por cierto, tanta falsedad como hay en los ataques  al comportamiento del muy honrado GENERALÍSIMO; nunca se han referido a lo que de verdad hizo mal. ¡Muy mal!

Sabido es, repito una vez más, que en el año 1931 Las Cortes Constituyentes de la República declararon culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue Rey de España D. Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; abuelo del actual Rey.

Culpabilidad atribuida tanto al Rey Alfonso XIII como a toda su descendencia por siempre jamás; que en el año 1938, fue derogada por el GENERALÍSIMO FRANCO. El  mismo que sacó a su Majestad de la indigencia en la que se hallaba, cometiendo el error de traerlo a nuestra España como Rey. Rey que juró en el Parlamento  Español:  

“Juro por Dios y sobre los santos evangelios, lealtad a su Excelencia el Jefe del Estado, cumplir las leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que Informan el Movimiento Nacional”.

Juramento un tanto cachondo, puesto que duró menos que un bizcocho en la puerta de un colegio.  ¿Alguien sabe lo que ha hecho nuestro Rey francés, nacido en Roma y casado con una griega, en beneficio de la España que le dio cobijo? ¡Ojú!

Es claro que la aptitud de punto en boca, mientras se trincan grandes cantidades del dinero público que pagan los contribuyentes que aun tienen trabajo; es sin lugar a dudas una opción muy de acorde con las casas reales habidas en nuestro suelo. Intervenir, utilizando la autoridad, para ayudar al pueblo que está siendo zaherido por un indeseable gobierno de la izquierda, es asunto de los plebeyos. ¡Faltaba más! ¡Hasta ahí podríamos llegar!

Y lo que me ha sacado de quicio,  ha sido el discursito final del CINECACA Pedro Almodóvar. Un maricón -declarado por él mismo- que comenzó en los tiempos del GENERALÍSIMO, sin que nadie le dijera absolutamente nada.

Un fenómeno -según cuentan- de la cosa cinematográfica; pero carente de una formación intelectual, a tenor de la cantidad de estupideces que soltó en el discursito final. Vino a decir, que gracias a los que lucharon  en el pasado -se refiere a los ladrones que nos robaron lo anteriormente expuesto- tenemos hoy democracia.

Por último un escrito remitido a SM el Rey Juan Carlos por la certera pluma de una mujer a la que admiro ya en demasía; aceptando y rubricando por mi parte, todo lo dicho en el alegato que se leerá a continuación.  

Una azafata devuelve a don Juan Carlos la fotografía dedicada, en desacuerdo por la firma de la ley del aborto.

Una azafata de Iberia, que viajó con los reyes de España en su primera visita oficial como tales, ha decidido devolver a don Juan Carlos la fotografía que le dedicaron con ocasión de aquel desplazamiento, y que hasta ahora había conservado y colocado en lugar destacado de su casa. María Belén López Delgado, que también voló con el príncipe Felipe, ha escrito una carta al Rey explicando el motivo de esa decisión: su desacuerdo con que haya firmado la ley del aborto.

Según ha sabido Monarquía Confidencial, la misiva ha sido enviada al Palacio de La Zarzuela y hasta el momento no ha recibido acuse de recibo ni respuesta.

La carta a don Juan Carlos dice lo siguiente:

Excelentísimo Sr. Don Juan Carlos I, Rey de España Palacio de La Zarzuela Madrid.

Majestad:

Siempre he considerado que la Monarquía podría ser un importante punto de equilibrio y reconciliación en esta España nuestra tan convulsa e irascible en no pocas etapas de su historia. Con esta idea, siempre he mirado a la Casa Real española con simpatía y afecto.

Por esta razón, fue para mí todo un honor y un privilegio formar parte de la tripulación de Iberia que le acompañó a Vd. y a la Reina Doña Sofía en su primer vuelo, ya como Reyes de España, a Roma.

La Casa Real tuvo a bien hacerme uno de los regalos más bonitos y apreciados de mí vida: una magnífica foto de  SS.MM. dedicada a mi persona, como recuerdo de aquel inolvidable viaje.

Algunos años después se repitió mi suerte, y volví a tener el honor de ser designada para acompañar a Su Alteza Real, el Príncipe Felipe, a Kourou, en la Guayana francesa, para el lanzamiento de nuestro primer satélite espacial, el Hispasat. De ambas ocasiones, guardo documentos, anécdotas y fotografías que forman parte de un valiosísimo, para mí, archivo personal.

Sin embargo, hoy, me siento en la obligación moral de devolverle esa fotografía que con tanto cariño y orgullo he atesorado, y que, desde entonces, ha presidido un lugar preeminente en mi casa. Es, ésta, una decisión tomada con no poco dolor y mucha más decepción.

Pero, mi hogar no puede estar presidido por la foto de un monarca, supuestamente católico, que avala, con su sanción, una ley desmedida sobre el aborto; una ley que desampara a la mujer; que desautoriza a los padres de menores embarazadas; que desvincula de toda responsabilidad a los hombres, y eso que dicha ley sale de un Ministerio de Igualdad; en definitiva, una ley que enfrenta media España con la otra media.

Alguien podría advertirme, con acierto, de que nuestra Constitución le obliga a firmar todo lo que salga aprobado del Congreso de los Diputados. Sin embargo, de la misma forma que Vd. ha sabido encontrar hábilmente, en otras ocasiones puntuales y no tan lejanas, algunos atajos para bordear asuntos que tampoco contempla la Constitución ya podría haber aportado, ahora, esa magnífica habilidad para evitar esta ley asesina, que ofende la sensibilidad y la dignidad de tantísimos españoles.

Si ya Vd., en una desafortunada ocasión, sentó el precedente de elogiar la gestión y personalidad de un presidente de Gobierno, como el Sr. Zapatero, que demuestra querer gobernar sólo para los suyos, y que ha polarizado peligrosamente a todos los españoles, como nunca había ocurrido en democracia; si Vd. se ha permitido introducir, durante un discurso navideño, aquello de “hablando se entiende la gente”, en relación con la vergonzante y traidora negociación entre nuestro Gobierno y ETA, ¿no puede, ahora, permitirse el manifestar su desacuerdo con esta Ley del Aborto? Cuesta entenderlo, créame.

Pues bien, con todo el respeto y la humildad que salen de la opinión de una simple mujer, que como yo se siente muy orgullosa de ser española, me permito indicarle que no pierda de vista el día que un Gobierno antiespañol, como el actual, ponga en su punto de mira a la Corona, porque el Sr. Zapatero ya ha demostrado que no se le oscurece nada a la hora de dar satisfacción a los suyos “como sea”.

Y, entonces, no tendrá en cuenta, como eximentes, estos reveses que Vd. nos está propinando a los que hasta ahora le apoyamos.
Al final, sería muy penoso que ocurriera con la Corona de España algo parecido a lo que pasó cuando Sir Winston Churchill dijo a su oponente, Neville Chamberlain: “”Os dieron a elegir entre el deshonor o la guerra, elegisteis el deshonor pero tendréis la guerra.

Por todo lo aquí expuesto, le reitero mi dolorosa decepción, y mi obligación moral de devolverle una foto que ya no puede tener lugar bajo mi techo.

Respetuosamente

Fdo.: Mª Belén López

Madrid, 8 de Marzo de 2010

Una carta tan lúcida como demoledora.

El que esté escrita por una mujer, levanta los ánimos y hace concebir la esperanza de que en España empieza a amanecer…

Me ha recordado una vieja poesía de los sitios de Zaragoza:

Roto el débil paredón

se abalanzan a la brecha

mas no hay quien prenda la mecha

del mortífero cañón

en aquella confusión

corre una mujer, se inclina

y el duro bronce fulmina

sin que la muerte le asombre

Que aquí, cuando falta un hombre siempre sobra una heroína 

¡¡¡AGUSTINA DE ARAGÓN!!!

¡HONOR Y GLORIA A LA DIVINA MUJER ESPAÑOLA!

                                      

 


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com