Lealtad a qué


Por Pablo Gasco de la Rocha, 14/10/2010.


 

Fue un político liberal, el conde de Romanones, y salvadas las distancias de época, quien mejor definió la responsabilidad social que le corresponde al Ejército, cuando en su obra "Ejército y política" dice :

"Para el Ejército no puede haber dentro del Estado nada que le sea indiferente: desde la educación que se da al niño en las escuelas, hasta aquélla que recibe en los grados superiores de la enseñanza; desde la forma de crecentar las fuerzas contributivas del país, hasta el desarrollo de las obras públicas, ferrocarriles, puentes y carreteras; todos estos elementos constituyen eslabones que forman la cadena de los elementos militares para la defensa del territorio. No puede ser tampoco indiferente al Ejército la capacidad productiva del país, lo mismo en la agricultura que en la industria. Ni una fábrica que no pueda llegar un día a ser un elemento militar útil y necesario, ni un campo sin cultivo que no pueda perjudicar en un momento dado al interés militar; todo con el Ejército tiene conexión. Por eso éste no se puede concebir sino formando un todo con el resto de la nación".

Apartando toda consideración sentimental que pudiera perjudicar al tema, que es lo que hacen algunos al omitir o excluir reprochar al Ejército la parte de responsabilidad que sin duda le corresponde en el actual estado de la Patria: la falta de valor demostrada para defender la unidad e integridad nacional, lo que hemos presenciado una vez más es a unos uniformados desfilando ante una tribuna sin prácticamente credibilidad política ni moral.

Con todo, lo peor es que el Ejército de España no forma un todo con el resto de la nación, sino que es un compartimento estanco de la misma. Un problema que tiene su origen en la desviación o indiferencia del papel que le corresponde ocupar por las constantes concesiones que se le han hecho a las políticas separatistas, al suponer que ese era el comportamiento moderado y razonable de un ejército democrático. Una desviación que tiene su consecuencia más grave y determinante en el actual reclutamiento, por cuanto, salvo para cierto número de familias fieles a la tradición, el servicio militar  es, por lo general, una manera de ir viviendo, sorteando el fracaso escolar y el paro, y en el caso de toda la tropa extranjera un modo de conseguir la nacionalidad.

 


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com