MULTITUDINARIO ADIÓS DE ALCONCHEL A MARCELION CALACO

 

La Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios se quedó pequeña para albergar el funeral del agente extremeño muerto en el accidente de Buitrago

 

REMEDIOS CORDERO/ALCONCHEL

TRAGEDIA EN BUITRAGO | ENTIERRO DEL GUARDIA CIVIL PACENSE La Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios de Alconchel se quedó ayer pequeña para acoger a todas las personas que quisieron participar en el funeral de Marcelino Calaco Palos, el agente pacense de la Guardia Civil que murió en el accidente de Buitrago. Vecinos de la localidad, así como sus compañeros de trabajo y amigos se unieron a la familia del fallecido para dar el último adiós a este vecino de Alconchel que regresó a su localidad natal, después de más de 30 años de trabajo fuera de ella, para recibir sepultura.


Homenaje póstumo

Los restos mortales de Marcelino Calaco Palos llegaron al municipio extremeño en la madrugada del miércoles, donde fueron recibidos por la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira y representantes de la Guardia Civil de Badajoz. En la mañana de ayer, el párroco de la localidad, Antonio Landajo, ofició el funeral en memoria del Guardia Civil fallecido, que fue presenciado también por el subdelegado del gobierno, el coronel jefe y el teniente coronel de la comandancia de Badajoz. El cortejo fúnebre abandonó la parroquia para llegar hasta el cementerio local secundado por familiares, amigos y vecinos, que estuvieron siempre acompañados por un elevado número de compañeros del cuerpo de la Guardia Civil que rindieron homenaje al desaparecido.

Durante la mañana de ayer, la población de Alconchel, de unos 2.200 habitantes, reconocía el dolor por la pérdida de su vecino al que todos conocían, a la vez que expresaron su más sentido pésame a la familia, parte de la cual vivía en la propia localidad, como era el caso del padre del desaparecido y de una de los cinco hermanos que tenía el agente. La cara más amarga de la tragedia se mostró reflejada en el rostro de la viuda de Marcelino Calaco que, junto a sus cuatro hijos, lloraron la pérdida de su marido y padre, respectivamente.

Estrecha vinculación

Marcelino Calaco Palos
, de 54 años de edad, nació en Alconchel, donde vivió hasta que su trabajo como Guardia Civil lo hizo trasladarse, en primero lugar a Barcelona, para después instalarse en Buitrago, donde falleció hace dos días. Los amigos y conocidos de este Guardia Civil recuerdan que el desaparecido pasaba siempre sus vacaciones en el municipio y que tenía la intención de regresar a su localidad natal una vez que consiguiera la jubilación, prevista para este mismo año. El agente había rehabilitado una vivienda en Alconchel, donde tenía pensado pasar el resto de su vida junto a su esposa, natural también de esta localidad pacense. Pero fue esta misma vivienda la que tuvo que acoger precisamente ayer los restos mortales de este Guardia Civil hasta que recibieron sepultura.

El alcalde de Alconchel, Jesús Pérez, lamentaba también la pérdida de su vecino. Fue algo «sorprendente», reconoció el primer edil, que se enteró de la trágica noticia, como el resto de los vecinos de la localidad, a través de los medios de comunicación. El alcalde señaló lo mucho que ha afectado este accidente a todos los vecinos, sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias en las que éste se produjo: «ha sido bastante aparatoso». Jesús Pérez recordó a Marcelino Calaco como «una bella persona», conocida por todos en Alconchel y despedida ayer «con mucho cariño» por todo el pueblo.

® Hoy Digital. 09 de Marzo de 2.005.-

 

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