EL
CAMIONERO ADMITE QUE ESTUVO 23 HORAS SIN DORMIR Y QUEDA EN LIBERTAD
CON CARGOS
C. MORCILLO, P. MUÑOZ/

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El empresario Ángel Chavala (i), a su
salida del Juzgado. / ABC
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MADRID. Iulian Toader, el camionero
rumano que atropelló a siete guardias civiles tras quedarse
dormido, quedó ayer en libertad con cargos y sin fianza por
decisión de la juez de Torrelaguna, que ordenó que se le
retenga el pasaporte para evitar que pueda abandonar el país.
Está acusado de seis delitos de homicidio por imprudencia,
según fuentes de la investigación, después de que ayer
muriera el alférez José Luis Periáñez en el hospital de La
Paz. El agente será enterrado hoy en su localidad natal,
Talaván, en Cáceres, tras un funeral en Miraflores.
Toader admitió ante la Guardia Civil haber pasado 23 horas
trabajando sin dormir. Viajó en autobús de Toledo a
Santander, allí cogió el camión que causó el atropello
mortal y se dirigió a Bilbao donde cargó vigas de hierro con
dirección de nuevo a Toledo. |
Además les contó que pidió su regularización el 15 de abril
porque era uno de los pasajeros de los trenes del 11-M, aunque
Interior se la denegó. Detalló que su patrón, que no lo tenía
contratado ni dado de alta en la Seguridad Social, le tenía retenido
el pasaporte por si se le ocurría marcharse con el camión o con la
carga. Según él cobraba 2.400 euros al mes, ya que además de
conducir se ocupaba de cargar la mercancía.
Contradicciones en el sueldo
El empresario para el que trabaja, Ángel Chavala Villamor,
declaró en cambio que le pagaba 1.700 euros y que pensaba regularizar
a este empleado el próximo día 15, según su abogado. Ayer prestó
declaración en el Juzgado número 1 de Toledo, que decretó su
libertad. Está imputado por un delito contra los derechos de los
trabajadores, dado que la Guardia Civil constató que el rumano carecía
de permiso de residencia y de trabajo, no tenía contrato ni estaba
dado de alta y además Chavala guardaba su documentación.
Los agentes acudieron a la sede social de la empresa «Transportes
Chavala» -en el domicilio del propietario-después de que su dueño
negara el martes la entrada a los inspectores de Trabajo, según
fuentes de la investigación. Horas después del accidente, el
empresario acudió a dar de alta a otro trabajador rumano.
La DGT ordenó ayer a la Guardia Civil de Tráfico mediante una
circular interna que vigile todas las empresas de transporte y
construcción, en especial de las provincias de Madrid y Toledo.
Numerosos puntos están aún sin aclarar en la investigación. La
Guardia Civil ha pedido al empresario los tacógrafos de todos los
conductores que trabajan para él. Ayer sólo había remitido esta
información por fax, según Asigc, y hay algunas dudas sobre ella. El
camión que causó el accidente mortal no figura inscrito a nombre de
Chavala en Tráfico, sino de otra empresa de Torrijos que
supuestamente lo vendió a una firma de compra-venta de vehículos.
Hasta ahora tampoco se ha podido deslindar a nombre de quién figura
el seguro del camión, dado que aparecen dos aseguradoras. Chavala
tiene tres camiones a su nombre, otro figura a nombre de su padre -a
quien tiene dado de alta- y en otro aparece como propietaria su
hermana. La inspección tendrá que aclarar este entramado empresarial
de cara al pago de indemnizaciones.
® ABC.
11 de Marzo de 2.005.-