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                     En el año 2000 tuvo lugar la desclasificación del Expediente Militar del
                    General Franco. Tras muchos años de espera, por fin, se podía
                    acceder a los papeles personales de Franco justo hasta el
                    final de la Guerra Civil, es decir, hasta abril de 1939. El
                    último de los documentos que se encuentran en dicho
                    expediente, conservado en el Archivo Histórico Militar del
                    Alcázar de Segovia, es un Oficio enviado por el
                    Ayuntamiento de El Burgo de Osma.
                    
                     
                    En dicho oficio, fechado el día 5 de abril de 1939, se recoge lo acordado
                    por el Pleno Municipal celebrado el día anterior en los
                    bajos del Ayuntamiento. En dicha Sesión Ordinaria,
                    presidida por el entonces alcalde D. José María Villanueva
                    Alonso y en la que actuó como secretario D. Francisco de
                    Urquía, se acordó remitir un escrito al Ministro de la
                    Guerra, el General José Enrique Varela, en el cual se pedía,
                    para el victorioso Generalísimo la Gran Cruz Laureada de
                    San Femando, la máxima condecoración al valor que se puede
                    otorgar a un militar del Ejército Español. 
                    A dicha Sesión Ordinaria también acudieron, en su condición de
                    concejales del municipio, Severino Agreda, Marcelino Rejas,
                    Juan Llorente, Jesús Martínez, Manuel Guerrero, Elías
                    Iruela y Luis Sanz. El texto que se conserva en el Diario de
                    Sesiones dice literalmente lo siguiente: 
                    «Proposición para la concesión de la Gran Cruz Laureada de San Fernando
                    a nuestro Generalísimo. 
                    También, a propuesta del Señor Alcalde, se acuerda conste en acta la
                    satisfacción de este Ayuntamiento por la terminación de la
                    guerra y proponer al Excmo. Sr. Ministro de la Guerra, la
                    concesión de la Gran Cruz Laureada de San Fernando a
                    nuestro Generalísimo, el Excmo. Sr. D. Francisco Franco
                    Bahamonde, cooperando de este modo con la iniciativa de
                    otros muchos ayuntamientos de nuestra querida España». 
                    De esta manera, el Ayuntamiento de El Burgo de Osma fue el primero en
                    solicitar para el Generalísimo la Gran Cruz, dentro de las
                    muchas proposiciones que se hicieron desde Ayuntamientos de
                    toda España que no querían dejar pasar la oportunidad de
                    demostrar su adherencia al nuevo régimen. De ahí que
                    Franco decidiese conservar este Oficio dirigido a su
                    Ministro de la Guerra y que con él cerrase su expediente
                    militar personal, toda vez que a partir de entonces, y como
                    nuevo Jefe de Estado y también de Gobierno de todo el
                    territorio nacional, su documentación se considerara como
                    oficial. 
                    La propuesta tuvo lugar sólo tres días después de que terminase la
                    guerra y se encuadraba dentro de las recomendaciones
                    surgidas desde el Ministerio de la Guerra a la totalidad de
                    municipios para que se solicitase para Franco tan justa
                    recompensa. Al fin, y dentro de los actos previstos en el
                    Desfile de la Victoria, celebrado el día 18 de Mayo de
                    1939, el general Varela imponía a Franco la Laureada, de la
                    cual se creía merecedor desde que fue herido en el episodio
                    de El Biutz, dentro de la Guerra de Marruecos, en 1916,
                    cuando estuvo a punto de morir por un disparo recibido en el
                    vientre. 
                    En aquel momento, y pese a los esfuerzos de sus superiores, el jovencísimo
                    capitán Francisco Franco, de tan solo 23 años tuvo que
                    conformarse únicamente con ser ascendido a comandante, ya
                    que, según confesó posteriormente el propio Franco, el
                    informe médico le perjudicó, al apuntar que sufrió un
                    colapso cuando se le llevaban en la camilla hacia el
                    hospital. Franco siempre afirmó, que pese a sufrir la
                    herida casi mortal, siguió dirigiendo heroicamente las
                    operaciones desde la propia camilla. 
                    Así pues, 23 años después, Franco pudo tener su ansiada Laureada a
                    propuesta de los Municipios de la España victoriosa, entre
                    los cuales El Burgo de Osma se anticipó al resto para
                    solicitársela, hecho éste que hizo que el nuevo Caudillo
                    conservase en su expediente dicha proposición.
                    
                     
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