CON PLENA GENEROSIDAD Y COMPRENSIÓN

 

Por Luis PERALTA ESPAÑA

Después de un largo mes de dura lucha, Dios ha dispuesto que Francisco Franco sucumba en su última gran batalla con la muerte. Mas los que como yo hemos sido fieles e incondicionales a su persona siempre, sin la más mínima quiebra en nuestra lealtad, no nos acostumbraremos nunca a su desaparición. Mi fidelidad a Franco en vida se ha transformado ya en permanente lealtad a su memoria.

Aunque todos esperábamos este desenlace de un día a otro, ello no ha restado intensidad al inmenso dolor y profunda pena que su muerte me ha producido.

Desaparecido nuestro gran Capitán, nuestro irrepetible Caudillo, pienso que el mejor homenaje que podemos rendir a su recuerdo es,  junto con nuestra oraciones, el que los españoles dejemos atrás de una vez las viejas o nuevas rencillas, incluso nuestras grandes diferencias que durante años nos han separado y con plena generosidad y comprensión, con auténtica capacidad de convivencia, que en definitiva no son más que verdaderas manifestaciones de patriotismo, nos unamos en la defensa de los valores esenciales de la patria, en torno a nuestro Rey Don Juan Carlos, para que éste lo sea de todos los españoles que amen de verdad a España.


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