INICIO

LIBRO FIRMAS

SUGERENCIAS

 

Discursos y mensajes del Jefe del Estado.


 
Palabras en San Feloni.

14 de junio de 1952.

No debo ocultaros cuánta es mi complacencia al visitar esta maravillosa fábrica, fruto de la iniciativa privada de un importante grupo productor, que, constituyendo una espléndida muestra de la técnica moderna, viene a justificar, una vez más, las posibilidades que ofrece nuestra Revolución Nacional en el área de las actividades constructoras y de la potencia creadora. Cuando hace años, bastantes años, vine por primera vez a Barcelona, tuve la impresión dolorosa de la inestabilidad de la sociedad catalana ante aquella demoledora lucha de clases, frente a aquel bochornoso comercio de pistoleros en que la lucha había degenerado, y que con la ausencia del principio de autoridad se había llegado a la ruina y a la anarquía. Tuvo que producirse aquella coyuntura en que la Nación llegó al borde del abismo, en el caos comunista, para que los españoles se encarasen con la necesidad de salvar la Patria; pero redimida España, no era de dejar perennes las causas que habían producido a plazo fijo los mismos efectos. Había que salvarla, recogiendo cuanto hubiese de legítimo en el fondo que alimentaba aquellas luchas. Coordinando la conservación y propulsión de la riqueza de la región con las legítimas aspiraciones a un más perfecto orden social.

Por eso nuestra Revolución Nacional tenía que ser eminentemente social, y para ello había de ser eminentemente técnica, ya que en la mejora de la técnica descansan las mayores posibilidades de una importante mejora social. cada día más fácil de realizar gracias a esta maravilla del avance de la tecnología, como la de esta fábrica, en la cual por procedimientos químicos modernísimos llegamos a obtener las fibras más preciadas en orden a la manufactura de la seda.

Mas, ¿cómo hubiesen sido posibles estas realizaciones si no hubiera existido una paz social y una seguridad en el mañana?

Si los pueblos quieren mejorar de vida no pueden dormirse; han de renovar periódicamente sus máquinas y procedimientos, sus métodos de producción, cosa que sólo puede lograrse a base de los avances técnicos y de la seguridad en el futuro.

Por todo esto me complace tanto que hombres de la categoría de los aquí reunidos se hayan enfrentado con este problema, tan en boga hoy en el mundo, de la sustitución de las fibras textiles, de la creación de nuevas fibras en servicio de la economía y de la calidad y baratura de los productos.

La vida moderna exige el estar dispuestos a la constante renovación y modificación de nuestras maquillarías; porque todas aquellas industrias, por poderosas que sean, como les pasó a otros países que se han dormido en el espíritu de los monopolios, a base de un mundo de colonias, se han quedado estancadas y cuando han tenido que salir a batirse al mundo se han encontrado totalmente desplazadas. Y, en cambio, en aquellos otros países que han trabajado con espíritu de competencia, lo mismo Alemania que .los Estados Unidos, se ofrecen periódicamente al mundo mucho más potentes y seguras.

Creo que pasada la primera etapa de la industrialización, como le sucede a esta región, ha de mirar por encima de las fronteras y sacar al mundo sus productos haciendo honor al genio de nuestros técnicos, que son capaces de estas obras maravillosas.

Yo ofrezco a todos en este día la ayuda y el estimulo del Estado, el apoyo de la Nación, en la medida de sus posibilidades, para esta gran obra de renovación de nuestra industria, y espero que rebasados los años de las dificultades y de los sacrificios podamos entrar de lleno en los de las grandes realizaciones, con mejoras tan importantes como las que ofrece a la Nación esta Empresa, y por lo cual os doy las gracias.


   ATRÁS   



© Generalísimo Francisco Franco. Noviembre 2.003 - 2.006. - España -

E-mail: generalisimoffranco@hotmail.com