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LIBRO FIRMAS

SUGERENCIAS

 

Discursos y mensajes del Jefe del Estado, 1958.


 
Palabras al Ministro Secretario general y Mandos de Falange con ocasión de la fecha fundacional de la Falange.

30 de octubre de 1958.

En esta fecha de conmemoración yo me siento más unido a vosotros. Aquel grito de la Comedia, aquélla reunión de jóvenes y de hombres que se enfrentaban con un problema de la vida de España, fueron el heraldo de nuestro Movimiento Nacional. La no conformidad con un estado de decadencia, contra el que habíamos de romper para cambiar la suerte de la Patria; la fe que en estos veinticinco años habéis mantenido; la constancia en vuestro trabajo y en vuestro espíritu de servicio engendran en mí una gratitud por ese espíritu constante, que se ha mantenido a través de los años en todas las vicisitudes, no solamente durante nuestra guerra de Liberación, sino después, al correr de los años, en todos los problemas que a España se presentaron y ahora, últimamente, en los esfuerzos para transformarla.

Las razones del Movimiento Nacional, tan maravillosamente expresadas en aquélla elocuente oración de José Antonio Primo de Rivera, siguen perennes al cabo de los veinticinco años. La empresa es ardua. Exactamente igual que entonces sentimos hoy la necesidad de nuestra transformación. No representa solamente una solución para nuestros problemas; la hemos visto dilatada en el espacio del tiempo y proyectada fuera de nuestras fronteras. La necesidad de un espíritu de unidad, la práctica del sacrificio, la urgencia de romper contra los partidos políticos que nos enfrentaban y dividían se presentan hoy como un imperativo para los pueblos que necesitan progresar o que quieren cambiar la suerte a que estaban sometidos.

Por todo ello, hemos de agradeceros en nombre de la Patria esa constancia, vuestra voluntad firme de que la suerte de la Nación no se tuerza, la amplitud de criterio que haga que aquellas palabras de José Antonio, que fueron eminentemente nacionales y no partidistas, porque su voz en la Comedia fué esto: la necesidad de un Movimiento Nacional, que si entonces comenzaba con aquel puñado de hombres que se enfrentaban con una terrible y amenazante realidad, tenían una intensa, una enorme trascendencia, porque echaban las bases para la unidad entre los hombres y las tierras de España. Y esta unidad entre los hombres v las tierras de España no puede ser impuesta, tiene que ser sentida. Por eso el Movimiento Nacional acoge en sus filas a todos los elementos y valores, que lo mismo que en la guerra nos fundimos en las filas del Ejército los requetés, los falangistas, los campesinos, los obreros, los señoritos, todos aquellos que sentíamos la Patria. lo hagamos para que en el Movimiento Nacional quepan todos bajo nuestra disciplina, nuestra lealtad y nuestro espíritu de servicio.

Muchas gracias a todos y  ¡Arriba España!


   ATRÁS   



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