Pronunciadas desde el balcón del Ayuntamiento de Rubí, Barcelona, el 18 de junio de 1963.


Rubinenses:

Sobran las palabras cuando se manifiestan los hechos. Hace todavía muy pocos meses estuve aquí y os prometí que todo lo que fuera remediable y estuviera en la mano del hombre se realizaría para. volver la villa de Rubí a su propio ser y, si fuera posible, en gran decida.

Ahora estamos aquí ante las realizaciones; comprobando cómo las promesas han sido convertidas en realidad. Nada más satisfactorio para un Jefe de Estado y un conductor que apreciar por sí las alegrías de los españoles, su contento y su satisfacción al ver colmadas sus aspiraciones.

Hace bien vuestro alcalde en recordar entre las fechas memorables la de vuestra liberación, que es la de la vuelta de España a su ser, porque sin aquélla efemérides no se hubiera podido producir este milagro frente a la inundación.

Es realmente el Movimiento Nacional el que demuestra en todos los momentos su fecundidad, esa fecundidad creadora que permite acudir con solidaridad estrecha cuando una población sufre una calamidad como la que padecisteis vosotros. Esta es la potencia creadora del Movimiento, que viene a curar los males, que no podrían ser remediados si éste no existiese, si faltase su fe y su capacidad creadora; si no hubiera creado instituciones y servicios que acudan rápidos a todos los lugares que lo demandan para poner el esfuerzo de los españoles al servicio del lugar que pueda padecer. Es la constante lección que viene ofreciendo repetidas veces al correr de estos años, y la verdad de nuestra hora. Nuestro Movimiento político conserva toda la actualidad, y con hechos respalda su principio de unidad entre los hombres y las tierras de España, que hace que todos estemos dispuestos a sacrificamos por nuestros hermanos cuando la situación lo demanda.

¡Arriba España!