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Actualizada: 16 de Febrero de 2013.    

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  Demanda presentada por una Asociación de Italianos Antifascistas


 La Audiencia de Barcelona investigará los bombardeos a la Ciudad Condal por la aviación Italiana en la Guerra Civil


  Por Eduardo Palomar Baró.


 


  Noticia

Una noticia asombrosa, insólita e inaudita es la aparecida en los medios de comunicación, a finales de enero de este año 2013, en la que la Audiencia de Barcelona va a ordenar investigar los bombardeos de la Aviación Legionaria italiana sobre la Ciudad Condal durante la guerra civil.

La demanda ha sido presentada por la asociación de italianos ‘antifascistas’ residentes en Barcelona, llamada “Altra Italia”, y va dirigida contra “21 pilotos de la aviación de la Italia fascista que apoyó a Francisco Franco en su guerra contra los republicanos”…

La Audiencia de Barcelona parece ser que no tiene otro trabajo mejor que hacer, como por ejemplo, acabar con la interminable instrucción sobre el caso Palau o el caso Pretoria y así no es de extrañar que haya tardado la justicia ‘solamente’ 16 años en resolver, en estos últimos días, el caso Pallerols que afectaba a Unió Democràtica de Catalunya del señor Duran i  Lleida.  

La querella de esa asociación antifascista italiana, fue presentada hace un año, habiendo sido archivada anteriormente por un juzgado de instrucción, pero ahora la Audiencia de Barcelona ha decidido reabrirla e invitado al Ayuntamiento de la Ciudad Condal y al gobierno regional de Cataluña a participar en la causa como parte perjudicada.

Desde luego no es la situación ni el momento más idóneo como para perder el tiempo y el dinero, ya que es de imaginar que tendrán que dedicar recursos y rogativas al Gobierno de Italia para conocer quiénes eran los pilotos de los bombarderos Savoia S-79 y S-81, que en el caso de que estén vivos, contarían con más de 95 años…

Para redondear la faena, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó por unanimidad, en el plenario celebrado el 1 de febrero de 2013, la condena de los bombardeos de la aviación de Mussolini sobre Barcelona durante la Guerra Civil, ocurridos entre el 12 de febrero de 1937 y el 29 de enero de 1939. Con la declaración institucional se compromete a solicitar acceso a las actuaciones judiciales para valorar la posibilidad de que el Ayuntamiento de Barcelona se persone, en calidad de perjudicado, en el recurso de apelación presentado por la asociación antifascista “Altra Italia”.



El lunes 7 de noviembre de 1938 la ciudad cordobesa de Cabra se despertó atemorizada, al observar que tres aviones de fabricación soviética Tupolev Sb-2 Katiuska del ejército rojo, dejaban caer treinta bombas que provocaron la muerte de 108 personas, de las cuales 96 perecieron en el acto, y más de 200 heridos entre mujeres, niños y ancianos.

En Cabra no había tropas, ni era escenario de operaciones, ni constituía ningún objetivo militar, ya que el frente estaba en estos días en el Ebro. Era una zona campesina y alejada de vías de comunicación.

Por ser día de mercado habían acudido cientos de almas en aquella fría mañana de noviembre. Una de las bombas cayó en el mercado de Abastos, donde se hallaban reunidos los campesinos del entorno.

Esta masacre cometida en Cabra es casi totalmente desconocida por la opinión pública española, ya que sólo existen algunas referencias en la prensa nacional, y por supuesto, por la opinión pública internacional, quizás porque no hubo un Picasso que inmortalizase la tragedia, como en el caso del bombardeo de Guernica. Sin embargo, ambos son igual de condenables, puesto que el número de víctimas inocentes es muy similar, pero parece que las ciento ocho vidas de Cabra pesan mucho menos que las ciento veinte de Guernica, cuando se pasan por el filtro de la propaganda roja o de la nefasta Memoria Histórica.

Se puede considerar el bombardeo de Cabra como el “Guernica de la aviación roja”. La propaganda de Juan Negrín ocultó el hecho y magnificó en cambio el bombardeo de la localidad vizcaína por la Legión Cóndor, demostrando una vez más que la propaganda y la comunicación de las izquierdas han sido y siguen siendo muy superiores al de las derechas.

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En la portada del periódico “La Opinión” de Cabra, en su número 1.313, correspondiente al 17 de noviembre de 1938, figura la siguiente esquela:

 

Día 7 de noviembre de 1938

Criminal bombardeo de esta noble Ciudad

por la aviación marxista.

100 MUERTOS

¡PRESENTES!

 

Los afligidos padres, esposos, hermanos y familiares de los caídos por Dios y por la Patria, el Comandante Militar, el Alcalde Presidente de la Comisión gestora municipal, Jefe de Falange local, Párrocos y Clero de las parroquias y la redacción de este periódico, expresan su indignación y su sentimiento por el bárbaro atentado.

Y ruegan a nuestros lectores eleven a Dios Nuestro Señor, una plegaria por el eterno descanso del alma de las víctimas.

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El trágico amanecer del día 7 de noviembre de 1938.– Explotan en el casco de la población 15 bombas.– En la Plaza de Abastos estallan las primeras bombas, dejando en el suelo 36 cadáveres.– Puestos de venta destruidos.– Numerosos edificios derrumbados en el barrio obrero de la Villa y en otras calles de la ciudad.– Momentos pavorosos.– Heridos que piden auxilio.– 100 muertos; más de 170 heridos.

Los instintos perversos de las hordas ruso-soviéticas, las águilas de acero de la traidora aviación marxista, al amanecer del día 7 del actual clavaron las garras en las carnes de los vecinos de la ciudad de Cabra, a la que convirtieron en una de las legiones de mártires.

Despertamos. ¿Ruido de motores? ¿La aviación roja? ¿Aparatos de bombardeo? ¿Limpieza del cielo azul profanado por la canallesca aviación marxista?

¡Ansiedad! ¡Dudas! ¡Angustias!

Explosiones horribles; una, otra y otras; ¡qué horror!

Sangre de inocentes víctimas salpica en los suelos del mercado. ¡Dolor, gritos, ayes, estertores agónicos, lágrimas!

Conturba el esquema espectral de aquel cuadro horrible: la plaza de abastos, nervio de armonía y de hermandad. A ella acuden los obreros en busca de trabajo y de jornal. Y las esposas, por patatas, por pescado y por tocino para colocarlos en las alforjas.

Hortelanos, pescaderos y tantos otros que venden mercancías al vecindario, fueron ametrallados.

¡Dramatismo, emoción, terror, espanto!

36 hombres y mujeres habían muerto: heridos a quienes la vida se les escapa; a un niño le fue arrancado por la metralla una pierna; a otro, un brazo.

¿Por qué me matan? Oíamos gritar a un angelito de unos 8 años, herido de gravedad.

¿Por qué me matan? Repetía una y otra vez el niño infeliz que había sido alcanzado brutalmente por unos cascos de metralla.

Cuadro de espanto fue escrito por la malvada aviación marxista al amanecer del día 7 del actual en la ciudad de Cabra.

Hombres, mujeres y niños, muertos; otros, heridos; carnes laceradas, ¡maldición, maldición a los marxistas!

En la Plaza de Abastos, en las calles Parrillas, Horno Grande y Platerías, Plaza Vieja, parte de las Escolapias, el barrio obrero de la Villa y terrenos del molino de Hondón fueron ametrallados. ¿Y los vecinos? Unos heridos, otros muertos.

En el desplome de unos paramentos, emparedada quedó una niña de 8 años. Dos días se tardó en el desescombro: más al fin fue sacada con vida.

Los prisioneros sufren también daños. Ocho soldados que custodiaban a éstos, fueron ametrallados y muertos en el cumplimiento de su deber. De los prisioneros, murieron tres. Con la circunstancia de que, por su buena conducta, estaban próximos a ser enviados libres a sus pueblos.

*   *   *

¡Ayuda! ¡Auxilio! ¡Camiones, autos, sillas de mano! Numerosos vecinos, que por carecer de espacio no citamos, prestaron caritativos y eficaces servicios. El Comandante militar, el Alcalde, el Sr. Juez de 1.ª Instancia e Instrucción, el señor Juez Municipal, Jefes locales de Falange, de Milicias y de Investigación y Vigilancia, Médicos y Practicantes locales y después equipos quirúrgicos de Granada, Alcalá, Lucena, Aguilar, Sevilla, prestaron servicios excelentes en la asistencia a los heridos, salvándoles de la muerte.

El clero asistió a los moribundos con solicitud caritativa especial. Practicaba sus servicios espirituales durante toda la noche, el sacerdote D. Antonio Romero, que cuenta 80 años de edad.

En el hospital, las damas y enfermeras de la Cruz Roja y varias señoras de la localidad, prestan también asistencia a los heridos.

Merecen ser citadas igualmente las religiosas de la caridad de San Vicente de Paul, de nuestro hospital, mujeres santas, que sin comer ni dormir, iban de una a otra cama asistiendo a los heridos.

Por carecer de espacio, dejamos en el libro de notas, varios datos. En números sucesivos, procuraremos darlos a conocer.

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Cabra, población cristiana y pacífica de la retaguardia, alejada en más de 500 kilómetros de los frentes de lucha; en las labores de las tierras, de los olivares y de sus huertas, los obreros trabajan en las faenas agrícolas a fin de intensificar la producción y que el pan no falte en la España de Franco.

El pan nuestro de cada día, que como maná que baja del cielo, atiende al sustento de esos honrados labradores, a los comerciantes, a los industriales y a las familias.

Las naciones civilizadas y cultas otorgan religioso respeto a los pueblos trabajadores y a los obreros que trabajan y producen: los protege el código religioso, el derecho natural, el jus gentium y el derecho internacional.

Por es, y por no ser objetivo militar la ciudad de Cabra, enclavada en zona neutral, de todos respetada, se había conservado libre de los horrores de la guerra, durante el espacio de tiempo que va para tres años.

Más en el credo antihumano de la canalla marxista, en las doctrinas ruso-soviéticas de refinada perversión, se van dibujando ahora cuadros de agonía y de dolor en poblaciones pacíficas, alejadas de los frentes, a las cuales llevan los pérfidos rojos, las más crueles modalidades.

Víctima de ellas ha sido el día 7 del actual, nuestra ciudad querida, con un bombardeo brutal, que no encuentra precedentes en las naciones civilizadas.

¡Luto opaco, semana de dolores y de angustias!

En lo profundo de nuestras congojas, en los fondos de esta horrible tragedia, empapados en las penas que afligen al pueblo de Cabra, entornamos los crespones de este luto riguroso que, como a nosotros, atenaza el corazón de todos nuestros paisanos.

Maldiciones para los asesinos marxistas; oraciones piadosas para las víctimas y algunas palabras o frases de consuelo para las familias dolientes. 

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Primera relación oficial de muertos facilitada por el Registro Civil en la mañana de hoy jueves 17:

Aguilar Gallego, Petra. Obrera, 68 años.
Alonso Bonilla, Manuel. Soldado.
Aranda Serrano, Rafael. Obrero, 32.
Arévalo Camacho, Antonio. Hortelano, 66.
Ariza Aguilera, Cristóbal. Obrero, 50.
Barba Cubero, José. Hortelano, 63.
Bernal Gil, José. Cabo.
Borjas Mesa, José. Sargento de la Guardia Civil retirado, 57.
Borrallo Baena, Antonio. Obrero, 35.
Carabel de la Rosa, Manuel. Soldado.
Carrillo Cañero, José. 15.
Carrillo Ruiz, Celedonio. Obrero, 40.
Castillo Basurte, Rafael. 8.
Castro Arroyo, Rafael. Industrial, 43.
Castro Montero, Antonio. Soldado.
Castro Peña, Ana. Obrera, 48.
Cecilla Lama, Vicente. Hortelano, 50.
Córdoba Espinar, Antonia. Obrera, 17.
Cuevas Salazar, Rafael. Jornalero, 60.
Cumplido Valle, Natividad. Obrera, 21.
Delgado Hoyos, Manuel. Soldado.
Estacio Muñoz, Francisco. Prisionero, 29.
Fernández Morales, Eduardo. Soldado.
Fuentes Jiménez, Gabriela. Obrera, 60.
García Moral, Joaquín. Jornalero, 38.
García Reyes, Joaquín. Obrero, 63.
Gómez Castro, Francisco. Hortelano, 73.
González Agudo, Carmen. Obrera, 43.
González Castro, Soledad. 24.
González Guardeño, José. Obrero, 35.
Guardeño Castro, Antonio. Obrero, 35.
Guardeño Córdoba, Francisco. Obrero, 60.
Guardeño Guardeño, Antonia. 21.
Guardeño Guardeño, Antonio. 8.
Guardeño Guardeño, Juliana. 13.
Guardeño Guardeño, Mercedes. 13 meses.
Guardeño Santiago, Juliana. 43.
Guerrero Corpas, Francisco. Obrero, 73.
Guerrero Lama, Josefa. 70.
Guzmán Jiménez, Antonia. Obrera, 50.
Herrero Galisteo, Eusebio. Espartero, 54.
Hurtado Calzado, Diego. Herrero, 48.
Jiménez Fernández, Mariana. 10.
Jurado Ceballos, Antonio. Obrero, 70.
León Márquez, Manuel. Soldado.
López Álvarez, Emilio. Prisionero, 17.
López Chaves, José. Obrero, 48.
López del Valle, Antonio. Corredor, 43.
López Moya, Pedro. Obrero, 33.
López Ordóñez, Josefa. Obrera, 51.
López Ordóñez, Manuela. 40.
Maíz Nieto, Antonio. Obrero, 56.
Manchado Valverde, José. 65.
Medina Grande, Manuel. Obrero, 35.
Medina Oteros, Lorenza. Hortelana, 30.
Medina Oteros, Sierra. 21.
Mejías de Mora, Juan. Soldado.
Montero Molina, Ángel. 11.
Montero Molina, Antonio. 10.
Montes Montes, Rafael. Jornalero, 45.
Montoya Villasán, Enrique. Teniente de Regulares “Alhucemas” nº 5.
Moñiz Cecilla, Rafael. Industrial, 43.
Morales Barranco, José. Zapatero, 50.
Morel Soto, Carmen. 14.
Moreno Arroyo, Antonio. 52.
Moreno Arroyo, José. 59.
Moreno Sabariego, Juan. Obrero, 65.
Moreno Vilchez, Manuel. Zapatero, 41.
Morillo Gaspar, Sierra. Obrera, 51.
Morillo Vera, Antonio. Obrero, 60.
Muñiz Marzo, Rafael. Obrero, 60.
Muñoz Castro, Luis. Obrero, 16.
Muñoz Morillo, Antonia. Revendedora, 45.
Ordóñez Castro, Manuel. Obrero, 60.
Ortiz Flores, Rafael. Obrero, 50.
Ortiz Gómez, Francisco. Hortelano, 42.
Payar Ruiz, Rafael. Guardia municipal, 40.
Peña Campos, Francisco. Obrero, 73.
Pérez Bermúdez, Ángel. Jornalero, 36.
Pérez Ruiz, Ángel. Obrero, 51.
Porras Arroyo, Joaquín. Obrero, 55.
Porras Bermúdez, Vicente. Obrero, 36.
Quero Hinestrosa, Antonio. Obrero, 50.
Rodríguez Moral, Francisco. Barbero, 45.
Roldán Alcántara, Manuel. Hortelano, 34.
Roldán González, Antonio.40.
Roldán Ortiz, Francisco. Obrero, 70.
Romero Ramírez, Diego. Obrero, 14.
Romero Roldán, Juan. Obrero, 60.
Rosa Flores, Sierra. Obrera, 50.
Ruiz Cuevas, Jesús. 9.
Ruiz Yedra, Antonia. 48.
Salcedo Pérez, Andrés. 30.
Sánchez Sánchez, Antonio. Cabo.
Serrano Córdoba, Antolín. 56.
Serrano Pulido, Francisco. Del campo, 48.
Urbano Serrano, Felipe. Obrero, 55.
Valle Valverde, Domingo. Obrero, 56.
Vega Benítez, Narciso. Soldado.
Zamorano Almagro, Domingo. Obrero, 58
Arriaga Castro, Cristóbal, 50.
Mesa Gaspar, Francisco, 53.
Rovira González, José
Moro Bonilla, Manuel, soldado.
Pocero Valverde, Carmen.
Pérez Flores, Rosario, 55
De la Rosa Moreno, Francisco, 55

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Han sido numerosos los testimonios de pésame recibidos en esta Ciudad, de toda España, por el bárbaro bombardeo marxista; entre ellos, dirigidos al Sr. Alcalde de Cabra, D. Ángel Cruz Rueda, reproducimos los siguientes:

Del General Queipo de Llano

«Envío V.E. y a toda esa ciudad mi sentimiento por brutal bombardeo que ha sido objeto, rogando lo haga especialmente a las familias de las víctimas, uniendo mi indignación a la de todo el vecindario por canallesco proceder de los rojos que esquivando todo peligro se dedican a bombardear solamente pacíficas ciudades de nuestra retaguardia»

Del Gobernador Militar

«Expreso V.E. mi condolencia así como al Ayuntamiento que preside por cobarde atentado que ha sido víctima ese pueblo en el día de hoy por la aviación enemiga»

Del Obispo de la Diócesis

«Hondamente apenado mi corazón paternal, relación víctimas producidas bombardeo enemigo esa amadísima ciudad, apresúrome expresar V.E. cordialísima condolencia al terminar celebración Santa Misa».

Más pésames

Se cuentan por millares las cartas y despachos telegráficos recibidos en esta Ciudad y dirigidos a las Autoridades y entidades oficiales y particulares, expresando su sentimiento e indignación por este horroroso crimen marxista.

El Alcalde de la Ciudad, Sr. Cruz Rueda, ha recibido en su despacho numerosas visitas de pésame, entre ellas, la del Teniente Coronel Sr. Las Morenas, que expresó en nombre propio y en el del Coronel jefe de la 31 División, Sr. Martín Prats, su sentimiento por la tragedia. También ha recibido el Sr. Alcalde la visita de D. Rafael Blanco Serrano, que igualmente expresó su sentimiento en nombre de su hermano don Eugenio, Coronel del Cuerpo jurídico de la Armada.

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La Agrupación “Amigos de Valera” ha recibido también manifestaciones de protesta por el salvaje atentado y de adhesión espiritual a la Ciudad, de la Excma. Señora doña Carmen Valera de Serrat; del ilustre Director del Museo de Bellas Artes de Córdoba, don Enrique Romero de Torres; de los notables poetas don José Muñoz San Román, de Sevilla, don Eduardo de Ory, de Cádiz, y don Jacinto Jimeno, de Burgo de Osma, Premio Juan Valera 1938; del periodista malagueño don Manuel García Ramírez; del notable recitador don José González Marín; del notable escultor de Málaga don Francisco Palma, y de las redacciones de los diarios “FE”, de Sevilla y “Azul”, de Córdoba, en elocuentes editoriales, que han agradecido profundamente.

____

Por mediación de nuestro periódico, también envía una expresiva manifestación de condolencia por el duelo que sufre Cabra, haciendo presente su protesta por el atentado criminal, en un editorial magnífico, nuestro querido colega “El Sol de Antequera”.

A todos nuestro agradecimiento en nombre de esta Ciudad dolorida y en el de los familiares de las víctimas.

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Autorizada especialmente por el Ministro del Interior, nuestro Ayuntamiento ha iniciado una suscripción a favor de los damnificados, a la que ha encabezado con 5.000 pesetas.

La aludida suscripción asciende ya a una suma de importancia, debida al desprendimiento generoso de la Ciudad, de varios puntos de España y del extranjero.

Por el rasgo de patriótico desprendimiento, hacemos mención especial de los siguientes donativos:

D. Francisco Bastarreche y Díez de Bulones, Comandante General del Departamento marítimo de Cádiz, y Consejero Nacional, juntamente con su expresión de sentimiento a la Ciudad por la horrible tragedia, ha enviado 10.000 pesetas; dicha cantidad fue entregada en la Alcaldía por su ayudante el Teniente Coronel de Infantería de Marina D. Ramón Fernández Teruel.

D. Manuel Lama Úbeda, de Doña Mencía, dando así ejemplo a los terratenientes que no son vecinos de Cabra, envío inmediatamente 1.000 pesetas.

De extranjeros también se han recibido donativos unidos a los pésames y a las manifestaciones de protesta por el instinto criminal marxista; uno de 1.000 francos, desde San Sebastián, de Mr. Hurrebint; y otro, de 200 pesetas, de Mr. Yankel Rosembal.

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Ecos de piedad y de amor cristiano en provecho de aquellas almas que cayeron en el bárbaro bombardeo de la canalla marxista a la ciudad de Cabra el día 7 del actual.

En la parroquia de la Asunción y Ángeles tuvieron lugar a las once de la mañana del martes 15 del actual, unas honras solemnes, a las que asistieron personalidades ilustres de la provincia de Córdoba.

En la presidencia figuraban con las Autoridades locales, los Excelentísimos Sres: Don Ciriaco Cascajo, Gobernador Militar de la provincia de Córdoba; Gobernador civil de la misma provincia Sr. Valera Valverde; el Sr. Martín Prat, el Jefe Provincial de F.E.T. Sr. Fernández y otras autoridades.

El pueblo en masa, se hallaba aquel día en el hermoso templo.

Un túmulo severo y suntuoso se elevaba en el centro de la nave principal. Las familias dolientes ocupaban un lugar de preferencia.

El comercio y establecimientos públicos y particulares cerraron sus puertas. La población, en general, vistió aquel día de riguroso luto.

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A las 6,27 de la mañana tres bombarderos pesados Tupolev Sb-2 Katiuska despegan de su base murciana de Cuevas del Reíllo con la misión de bombardear el centro de la ciudad (según se verifica en el parte de operaciones de la fecha). Llevan en sus bodegas seis bombas de 250 kg y 12 de 15 kg. Toman rumbo Iznalloz y penetran en el espacio aéreo enemigo hasta alcanzar la ciudad de Cabra a las 7,30. En el centro urbano dejan caer su mortífera carga, alcanzando de lleno el mercado de abastos, repleto de gente, donde mueren en el acto 38 personas, todos civiles. Podría haber sido aún peor la masacre, de no ser porque se había cancelado el reparto de patatas ese día y la afluencia había disminuido. Días después, de resultas de las graves heridas, fallecen 26 personas más que habían sido alcanzadas en el mercado.

 En formación en ala, los Katiuskas van soltando de las bodegas las bombas en tres salvas. El siguiente escenario de la tragedia es la Plaza Vieja, donde explotan dos bombas de 250 kg, destruyendo también una manzana entera de edificios de una calle colindante. La matanza es brutal, pero sus efectos habrían sido mayores si las clases en el destruido parvulario de las Escolapias hubieran comenzado unos minutos antes. En el barrio obrero de la Villa las modestas viviendas apenas han resistido los impactos. Afortunadamente, una bomba de cuarto de tonelada no hizo explosión (fue hallada casualmente en unas obras hace cinco años). Los tres aviones salen rumbo a Lucena después de haber realizado el bombardeo a placer. No en vano, la ciudad de Cabra había sido objeto de tres minuciosos reconocimientos aéreos en menos de una semana.

Las ciudades de Guernica y Cabra quedan hermanadas en el dolor por haber sufrido los dos bombardeos más emblemáticos de la Guerra Civil. Y ello no sólo por lo similar de la cifra de muertos, sino porque ambas operaciones fueron usadas en su momento por los medios de propaganda de ambos bandos para denunciar las tropelías de un enemigo que bombardeaba criminalmente a la población civil. Sin embargo, la suerte de las denuncias fue dispar. Mientras el bombardeo de Guernica y su destrucción parcial como consecuencia de los incendios fue esgrimido en los Parlamentos británico y francés como prueba de los desmanes del ejército de Franco, el bando nacional no supo sacar partido propagandístico del de Cabra, en un momento crucial para su posición internacional ante las grandes presiones diplomáticas franco-británicas. Y ello a pesar de los múltiples intentos por darle difusión internacional (gestiones en el Vaticano, prensa internacional, Cruz Roja Internacional, Sociedad de Naciones). Transcurrido un mes del bombardeo, ni la prensa afín le dedicaba ya unas líneas.

 Las conexiones entre ambos bombardeos van más allá, pues los argumentos esgrimidos por la República para denunciar lo abominable de la acción sobre Guernica, son precisamente los que podían argüirse en el caso de Cabra. Se dijo que Guernica no era objetivo militar, mientras que Cabra sí lo era. Esto es rotundamente falso. Cabra no tenía interés alguno. Otra cosa es que, en el contexto de las postrimerías de la Batalla del Ebro y los prolegómenos de la Campaña de Cataluña, el ejército de la República necesitase imperiosamente obligar a la aviación franquista a detraer medios aéreos para guarnecer las poblaciones del sur. Téngase en cuenta que en los días previos al ataque a Cabra, se bombardean otras poblaciones del sur cordobés con un elevado balance de víctimas, lo cual excluye que el bombardeo a Cabra sea un hecho aislado, sino que hay que enmarcarlo en un amplio operativo estratégico de distracción. Por tanto, a diferencia del de Guernica, el bombardeo de Cabra no es de carácter táctico, pues el interés militar de la ciudad cordobesa es nulo, sino más bien estratégico. En Cabra no había concentraciones de tropas, ni instalaciones o infraestructuras militares. Sólo era una ciudad de la retaguardia lejana a la que le cupo el triste honor de convertirse en “el Guernica de la Subbética”.

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