ESTUDIO SOBRE EL ANARQUISMO EN ESPAÑA

 

Por Eduardo Palomar Baró.

 

Definición de anarquismo y breve historial

Podríamos definir al anarquismo como la doctrina que preconiza la absoluta libertad del hombre y la supresión del Estado y de la propiedad privada de los bienes de producción. El anarquismo tiene viejas raíces culturales –ya Platón habló de los abusos que el Estado podía cometer contra el individuo–, pero hasta finales del siglo XVIII no pasó de ser una mera especulación filosófica, carente de toda operatividad. A partir de la obra de Proudhon –en la que abiertamente se ataca al Estado, se condena la propiedad privada y se rechaza toda actividad política– y, sobre todo, de la de Bakunin y, poco tiempo después, de las de Reclus, Grave, Kropotkin y Tolstoi, las ideas anarquistas fueron rebasando los círculos intelectuales en los que venían desenvolviéndose y trascendieron al hombre de la calle.

            La doctrina anarquista, extraordinariamente importante en la segunda mitad del siglo XIX, presenta dos aspectos históricos fundamentales: el teórico y el práctico. Apoyada en Rousseau, tiene por verdadero precursor a William Godwin, que en su obra Enqiry Concerning Political Justice (1793) se declara opuesto a cuanto signifique acción estatal, afirma que todos los gobiernos son perjudiciales aunque se emancipen de la tiranía y la superstición, sitúa la fuente de todos los males en las instituciones humanas y ataca la propiedad privada como expresión de la desigualdad de la riqueza que se opone a la igualdad natural de los hombres. Sus teorías apenas despertaron interés en Inglaterra, pero influyeron notablemente sobre los pensadores continentales. La doctrina se perfecciona en la obra de Pierre Joseph Proudhon, especialmente en su Que’ est-ce que la propiété?, La guerra y la paz y El orden de la Humanidad, en las que se muestra contrario a todas las formas de gobierno y concentra sus ataques en el derecho de propiedad, al que considera causa y raíz de todos los males que afligen a la sociedad.

            El anarquismo como programa de acción política tiene su origen inmediato en la escisión producida en el V Congreso de la Primera Internacional (La Haya, 1872) entre Marx y los extremistas del partido obrero. Entre éstos figuraban el ruso Michael Bakunin, Guillaume y Blanqui, que adoptaron el nombre de autonomistas o anarquistas.

            El anarquismo individualista encontró su mejor expresión en el alemán Kaspar Schmidt, más conocido  por el seudónimo de Max Stirner, el cual afirmaba que la única realidad esencial es el individuo y que familia, Estado y sociedad son meras abstracciones que implican otros tantos obstáculos en el camino de la libertad. La única ley de los individuos es su interés personal; cada uno de ellos tiene derecho a un desenvolvimiento tan amplio como se lo permitan los fueros de su propio poder.

            El anarquismo de matiz comunista tuvo por líder a Bakunin, abogaba por la libre y voluntaria asociación de los individuos en grupos y de estas asociaciones en una federación universal.

            Las ideas anarquistas han tenido muchos matices. El anarquismo activo recomienda la violencia como medio para luchar contra el estado de cosas existente. Stirner afirma que el estado no puede ser vencido más que por medio de un golpe audaz y arbitrario; para Kropotkin, el primer hecho de la revolución social será una obra destructiva. Aun los mismos anarquistas que no se distinguen por su carácter revolucionario activo justifican los hechos terroristas en algunas ocasiones; así Tucker no duda en mantener que el individuo tiene derecho a romper con todos los medios a su alcance las trabas impuestas arbitrariamente a su libertad. El anarquismo pasivo está representado por el conde Leo Tolstoi que da la razón a los anarquistas cuando niegan el orden existente y consideran el peor de los males la violencia del poder, pero se la niega cuando intentan establecer la anarquía por métodos revolucionarios.

            El anarquismo intelectual tiene una importante representación en el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. El anarquismo aristocrático es una tendencia que exalta a los fuertes, a los mejores, a cuya ley deben someterse los débiles e inferiores.

            A la acción del anarquismo se atribuye una serie de hechos sangrientos, tales como: el asesinato del zar Alejandro II de Rusia; los atentados que costaron la vida a la Emperatriz de Austria, al rey Humberto I de Italia, al presidente francés Carnot y al presidente norteamericano McKinley.

            Donde el anarquismo ha tenido mayor número de seguidores ha sido en Rusia y en los países latinos.


El anarquismo en España.

Confederación Nacional del Trabajo (CNT)

            El anarquismo en España, representado por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), inspirada en las ideas de Bakunin, fue fundada en Barcelona en 1910. Opuesta a cualquier tipo de participación política, utilizó, según Hugh Thomas (La guerra civil española) la táctica del “sabotaje, de los disturbios, del antiparlamentarismo y, sobre todo, la de la huelga general revolucionaria, concienzudamente planeada y llevada a cabo sin piedad”.

            Suspendida durante algún tiempo por la autoridad gubernativa, siguió actuando en la clandestinidad hasta que en 1914 volvió a aparecer en público, más radical en sus actitudes y con mayor número de afiliados. En 1916 se asocia, por dos veces, con su rival la UGT (Unión General de Trabajadores): una, para luchar contra el aumento del coste de vida; otra, para organizar una huelga general, a escala nacional, que tuvo una honda repercusión en todo el país. También estuvieron en la huelga general revolucionaria del año 1917.

            Con el advenimiento de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, entró en una especie de letargo. Pero con la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, vuelve a resurgir, celebrando en el teatro de la Comedia de Madrid un congreso nacional en el que participan 511 sindicatos, representativos de más de medio millón de trabajadores. Desde entonces hasta 1936 está presente en todos los conflictos sociales de la época: en 1932, en las jornadas revolucionarias del Alto Llobregat. En 1933, en las huelgas de los campesinos andaluces. En 1934, en la revolución de Asturias.

Tras el triunfo del Frente Popular en 1936, se calcula que el número de afiliados es de millón y medio, convirtiéndose la CNT en una de las fuerzas políticas más poderosas del país. En mayo de 1936 organiza una serie de huelgas de gran trascendencia: de camareros, de cerveceros, de obreros de la construcción, de ascensoristas, de calefactores, de sastres, de carpinteros, etc.

            De la mano de la otra organización anarquista española, la Federación Anarquista Ibérica (FAI), al estallar la guerra civil está presente en la mayor parte de los grandes acontecimientos iniciales, sobre todo en el aplastamiento de la sublevación militar de Barcelona y, posteriormente, en la fundación de las Milicias Antifascistas de Cataluña, y en la colectivización de las grandes empresas radicadas en Cataluña, donde un gran número de industriales fueron asesinados, encarcelados o tuvieron que huir al extranjero.

            En las primeras jornadas de la guerra los hombres de la CNT y los de la FAI se hicieron temer por sus actos de vandalismo, especialmente contra la Iglesia y sus representantes; por sus numerosísimos asesinatos especialmente perpetrados en Cataluña y Andalucía. En el pueblo de Ronda (Málaga) fueron asesinadas por los anarcosindicalistas, 512 personas durante el primer mes de la contienda.

            En tierras de Aragón, Cataluña y Levante, ensayaron los de la CNT el comunismo libertario. Tras los sucesos de mayo de 1937 y la recuperación del poder por el Gobierno de la República, tanto la CNT como sus figuras más conocidas fueron perdiendo sitio a lo largo de la guerra, espacio vacío que, usando toda clase de estrategias, fue ocupado por el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) en Cataluña, y por el Partido Comunista, en el resto de España.

Federación Anarquista Ibérica (FAI)

            Esta organización anarquista fue fundada en Valencia en 1927. Desde un principio pretendió la FAI hacerse con el control de la CNT, a fin de que ésta no se apartase de la línea que debía seguir el anarquismo puro, lo que no consiguió, y sólo en parte, hasta 1931, una vez derrocada la Monarquía. Durante la República promovió diversos conflictos sociales, sobre todo en Aragón y en Cataluña, teniendo graves confrontaciones con las fuerzas de orden público.

            Sus principales dirigentes fueron: Diego Abad de Santillán, José Peirats, Mariano Vázquez, etc., apoyados por los cenetistas Buenaventura Durruti, los hermanos Ascaso y Juan García Oliver. Al estallar la guerra civil, el pretendido control de la FAI sobre la CNT se convirtió en una realidad, fundiéndose ambas organizaciones en una sola: CNT-FAI. Participaron en la contienda con unas columnas de combatientes que actuaron, más mal que bien, en el frente de Aragón y en la defensa de Madrid, en la constitución y funcionamiento del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, y llevando a cabo  una serie de experiencias de colectivización agraria.

            Con el acceso de Francisco Largo Caballero a la presidencia del Consejo de Ministros, la coalición CNT-FAI alcanzó la cúspide de su influencia en la España roja, formando parte del Gobierno Juan García Oliver, en el Ministerio de Justicia, y Federica Montseny, en el de Sanidad y Asistencia Social. Tras los sucesos de Barcelona de mayo de 1937, y el nombramiento de Juan Negrín como sustituto de Largo Caballero, ambas organizaciones fueron perdiendo su espacio político, espacio que como hemos apuntado más arriba, lo ocuparon los comunistas. En los últimos meses de la guerra civil, la CNT-FAI llegaron virtualmente a desaparecer. 

Ruta anarquista en la Barcelona de octubre de 2004...

            En el pasado mes de octubre, en la Ciudad Condal se organizó una “Ruta anarquista en autobús con un recorrido por lugares de la historia libertaria de la ciudad, con una duración de tres horas, los sábados, domingos y lunes de la segunda, tercera y cuarta semana de octubre”. Según el Periódico de Catalunya del 7/X/2004, “la ruta urbana propone conocer algunos lugares de interés sobre la Barcelona roja y negra, la rosa de fuego que periódicamente se inflama, desde 1835, cuando arde la iglesia de santa Mónica de la Rambla, hasta 1977, cuando Sisa arrasa en las Jornadas Libertarias con su versión de Los angelitos negros. No es una propuesta de ocio, sino una mirada reivindicativa, un grito contra el olvido que propone el colectivo artístico Turisme Tàctic”.

            “La ruta anarquista sale del portal de Santa Madrona y durante tres horas se sumerge en 46 historias de heroísmo y progreso, de muerte y fracaso. Y de olvido”.

            En el portal de Santa Madrona se marca el lugar donde cayó muerto de un balazo Francisco Ascaso, compañero de Durruti y García Oliver, los tres “héroes” de la FAI que están enterrados en Montjuïc. En el Raval (antiguo Barrio Chino) estuvo la sede de Solidaridad Obrera, en otra la casa de Mujeres Libres. En una esquina asesinaron al sindicalista Salvador Seguí, el Noi del Sucre, en 1923. El Hotel Ritz, en 1936 lo convirtieron en un comedor popular donde la CNT y la UGT “mataban el hambre de los niños”. Lo que no dicen es que en sus lujosas habitaciones se hospedaban los jefazos de la CNT y de la FAI. “En el monumento a Colón se revive el atentado frustrado a Franco en 1947. Un comando anarquista planeó arrojar bombas sobre su coche oficial, pero la policía rodeó Colón de escolares y se abortó el atentado”... (De risa, vaya).

Para terminar con el panfleto publicado y con la ruta anarquista de Barcelona roja y negra, “el tenebroso castillo de Montjuïc y el Campo de la Bota, escenarios de ejecuciones sumarísimas, de asesinatos en nombre de la ley y el orden”... Como se ve mezclan tiempos, épocas, personajes, etc. Así una de las paradas era en el Paseo Verdún/Pi i Molist donde Agentes de la Brigada Social mataron en 1957 al maquis Facerías, un verdadero y auténtico “angelito”. En calle Gerona con Consejo de Ciento detuvieron en 1973 a otro “bendito”, Salvador Puig Antich que fue ejecutado en 1974.

Sería muy interesante hacer otra ruta, con paradas en las cunetas de la carretera de L’Arrabassada, donde los pelotones de la FAI daban el “paseíllo” y el tiro a la nuca a personas de todas las ideologías, fuesen lo que fuesen -burgueses, religiosos, falangistas, industriales, estudiantes, banqueros, universitarios, directores de fábricas o simplemente gentes de orden y concierto- todos ellos inocentes. Otro recorrido podía incluir la visita donde estuvieron enclavadas las numerosas checas, esos hoteles de cinco estrellas que gratuitamente ofrecían a los barceloneses “conservadores”. También una parada obligada a los muros de los cementerios, lugar ideal y preferido por esos “incontrolados” anarquistas. Las Brigadas del Amanecer, que buscando la impunidad de las primeras horas del día y con el pretexto de practicar registros o llevar a cabo otra diligencia, se dedicaban a cometer toda clase de tropelías -robos, extorsiones, violaciones, asesinatos- contra las personas consideradas de ideología derechista. Otra parada podría ser en los fosos del castillo de Montjuïc y en la cárcel Modelo. Visitas obligadas a las iglesias de Santa Madrona, Santa María del Mar, la basílica de la Merced, Belén, entre otros numerosos templos, todos ellos incendiados por los “rojos y negros”. En el convento de las Salesas, en el paseo de San Juan con la calle Valencia, donde los anarquistas saquearon y expusieron en la calle los cadáveres de las monjas enterradas. Cerca del monumento a Colón, en el puerto donde estuvo el barco prisión Uruguay, del cual los anarquistas sacaban y mataban a los presos. En el Campo de la Bota donde se fusiló a militares sublevados, a frailes, curas, personas conservadoras, etc. etc.

          Para más inri, la página web del Ayuntamiento de Barcelona promocionó esta gira turística por la historia del anarquismo en la ciudad, y fue organizado por el Instituto de Cultura de Barcelona.

 

26 de Noviembre de 2.004.-

 


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