La Proclamación de la II República: 14 de abril de 1931.


COMIENZOS

La campaña electoral para las municipales desarrollada en el mes de abril del año 1931 no habían desatado ningún apasionamiento, ya que las elecciones eran consideradas como un puro trámite y ni los monárquicos ni los republicanos las consideraron como indicadores para un cambio de régimen. El primer acto de las elecciones pareció confirmar, de manera abrumadora, la victoria monárquica. Deberían cubrirse por elección 81.099 puestos de concejal en 9.259 ayuntamientos de todo el país. Según el famoso artículo 29 de la ley electoral vigente, cuando en una demarcación se presentase un solo candidato, éste quedaba automáticamente proclamado, sin lucha alguna y sin necesidad de campaña. Pues bien, antes del 12 de abril, fecha en que se iban a celebrar las votaciones, quedaron proclamados, por no haberse presentado candidato contrario, 14.018 concejales monárquicos frente a 1.832 republicanos. El 12 de abril se celebró la segunda fase de las elecciones, para los casos en que se había planteado el conflicto de candidaturas diversas. Las cifras oficiales fueron éstas: 22.150 concejales monárquicos y 5.775 republicanos. No parecía haber posibilidad de dudas: el triunfo monárquico resultaba de momento aplastante. Sin embargo, los políticos monárquicos, todos los miembros del gobierno menos dos, los consejeros palatinos, los dos mandos militares decisivos –Berenguer y Sanjurjo- y el propio rey Alfonso XIII, interpretaron los resultados de las elecciones primero, como un plebiscito y segundo, como un desastre. Y en la misma noche decidieron unánimemente el abandono. Sin negar la victoria numérica de los concejales monárquicos, los consejeros y el propio rey atribuyeron valor determinante a la victoria republicana en las ciudades. Convencieron al rey de que los votos no decidían por cantidad sino por calidad; que los votos rurales no valían nada en comparación con los urbanos, lo que no dejaba de ser una estúpida y cobarde falsedad y un gran y grave error de información política.

El presidente del Gobierno, Juan Bautista Aznar, al día siguiente de las elecciones y ante la pregunta de los periodistas de: “¿Habrá crisis?”, contestó: ¿”Qué más crisis quieren ustedes que la de un pueblo que se acuesta monárquico y se levanta republicano?”. La derrota electoral estalló en el seno del Gobierno y sus ministros se reunieron en el edificio de la Presidencia, donde se emitió la siguiente nota:

“El Consejo de ministros ha examinado el resultado de las elecciones verificadas ayer. Aunque las elecciones municipales, por su naturaleza, han sido siempre de carácter administrativo, el Gobierno no desconoce que al ser las primeras celebradas desde el año 1923, los sucesos acaecidos desde aquella fecha y el espíritu que a este acto imprimieron las propagandas preparatorias del mismo les han dado un innegable carácter político. No se oculta al Gobierno y a su sinceridad demostrada en el período preliminar de la elección la importancia de no desvirtuar el alcance político de la resultante de estas elecciones. La afirmación expresivamente adversa a los partidos monárquicos pronunciada en muchas de las más importantes ciudades de España, aun cuando se halle contradicha y superada por el gran número de los que fuera de ellas han votado, induce al Gobierno a facilitar a Su Majestad el Rey que pueda oír otras opiniones y resolver con plena autoridad. Y al propio tiempo le obliga a aconsejar a ésta que en el plazo más breve posible ofrezca a la voluntad nacional ocasión de pronunciarse más segura y eficazmente en unas elecciones parlamentarias con todas las garantías legales para la expresión libre de la conciencia ciudadana.”

 

© Generalísimo Francisco Franco 2005.


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