QUIÉNES SOMOS NOSOTROS

 

  Nuestra ejecutoria

   El amor a la Patria, la honradez, el amor al pueblo, un sentimiento católico profundo y una fe ciega en los destinos de España.

 

 Ni un hogar sin lumbre

 Ni un Español sin pan

     Nosotros venimos para ser el pueblo, venimos para los humildes, para la clase media; no para los capitalistas. Nuestra obra exige el sacrificio de todos, principalmente el de los que tienen más, en beneficio de los que no tienen nada. Tendremos vivo empeño en que no haya un hogar sin lumbre, en el que no haya un español sin pan; llevaremos a buen término la santa obra de una reforma social impuesta con cariño, exigiendo a todos el cumplimiento de sus deberes.

 

 Nuestra lucha

     Por la paz y el bienestar del campo; por la mejora, racional y justa, de las clases obrera y media; por la libertad de conciencia y el respeto a la religión y a las tradiciones; por la tranquilidad y el bienestar de los hogares; por nuestra civilización amenazada, y por el prestigio de nuestra Bandera; por la independencia de nuestra Patria, por una España Nueva, por una España Libre y por una España Grande, luchan hoy nuestros soldados.

    La nueva España representará a la gran familia nacional, sin amor ni vasallos; sin pobres y sin potentados. La Justicia social será la base de nuestro nuevo Imperio, sin lucha de clases destructora y suicida, sin extranjerismos ni mediatizaciones, incompatibles con nuestra dignidad nacional.

 

 ¿Fascistas?

     La composición de las fuerzas que figuran en el campo nacional prueban bien claramente que no se trata de un movimiento al que se le pueda llamar fascista exclusivamente. Si nos fijamos en los principios programáticos y en las declaraciones que figuran al lado del Ejército, se puede afirmar que se trata de masas de ideología nacional. Falange Española, por ejemplo, tan numerosa y compacta, tiene a gala declarar que se inspira en una ideología esencialmente española y nunca se ha denominado de otra manera.

    Respecto del Requeté, puede también afirmarse que responde a una tradición genuinamente española, sin sello exótico. Las demás milicias se inspiran en valores históricos, pero no puede afirmarse tampoco que su ideología esté calcada en modelos extranjeros.

    Nuestros enemigos los bolcheviques nos llaman fascistas en sentido acusatorio, para despertar la animosidad o el apartamiento de aquellos países en donde perdura la tradición liberal; pero bien saben ellos que faltan a la verdad por completo.

    No es el Ejército el que lucha solo, teniendo el apartamiento y la hostilidad del resto de la población civil. Toda nuestra Nación está en armas; espontáneamente se ha movilizado toda la población civil, sin distinción de clases, sexos ni edades. En el frente de guerra se encuentran unidos el aristócrata de la estirpe más linajuda española junto al campesino y proletario de la ciudad, y los intelectuales universitarios en fraternal compañía con los modestos menestrales, burgueses, empleados y asalariados. Los sacerdotes, por su sagrado ministerio, no pueden ser combatientes activos, pero demuestran su valor dando los auxilios espirituales a los que los necesitan, en las primeras líneas de fuego.

 

A los componentes de la Junta de Defensa, el día de asumir la Jefatura del Estado. 1-X-1936

 

 Amigos del Pueblo

    Los que hemos vivido en contacto con las masas trabajadoras; los que hemos dormido largos años en el santo suelo como nuestros soldados, con esos hombres de bronce, con los hijos del pueblo, sabemos y sentimos más al pueblo que los que llamándose protectores se acercan a él para engañarle y explotarle.

 

 Vencer y convencer

     Yo no aspiro solamente a vencer, sino a convencer. Es más: nada o casi nada me interesaría vencer si en ello no va el convencer. ¿Para qué serviría una victoria vacía, una victoria sin finalidades auténticas, una victoria que se consumiera a sí misma por falta de horizontes nacionales? Los españoles, todos los españoles, los que me ayuden hoy y los que hoy me combaten, se convencerán.

 

 Nación en Armas.

     Nunca estuvo un pueblo más unido a su Ejército ni jamás ha sido éste más cabal representación del pueblo en armas; en los frentes, fraternalmente luchan y mueren, sin distinción de clases y procedencias, los soldados españoles; muchachos de ilustre cuna se acuestan al lado del hijo de humildes labradores; abogados, médicos e ingenieros alternan en las trincheras con sus obreros y empleados. La guerra une y da cohesión a los que un sistema político había artificialmente separado. Esta es la España futura, la que construye por medio de esta juventud, que aprende en la trinchera y en los frentes la hermandad de los hombres en la hora de la verdad, del valor y de la disciplina.

    Ésta es la solidaridad nacional que la guerra crea, ésta es la garantía de la Nueva España; patronos generosos y comprensivos han de producir la juventud futura; obreros patriotas y leales han de salir de esta lección guerrera; hermanos en la fe y hermanos en la Patria, qué garantía mayor para la convivencia, qué mejor heraldo para nuestro porvenir.

 

Salutación al pueblo de Burgos, al asumir la  Jefatura del Estado. 1-X-1936

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