ESPAÑA UNA NACIÓN DE INMIGRANTES

 

El último estudio de Eurostat, la Oficina de Estadística de la Unión Europea (UE), confirma que la población española crece, sobre todo, gracias a la llegada de inmigrantes.

En 2003 el crecimiento natural de la población -diferencia entre nacimientos y fallecimientos- registró un saldo positivo de 53.000 personas, lo que supone una tasa de 1,3 por cada mil habitantes.

Sin embargo, el aumento total de la población española fue mucho mayor, ya que se elevó hasta los 647.000 habitantes debido a la llegada de 594.300 inmigrantes. Estas cifras confirman que España es el país de toda la UE que recibe más inmigrantes. En términos relativos, nuestro país se sitúa a la cabeza de los veinticinco países que integran la UE. En 2.003 su tasa de migración fue de 14,2 inmigrantes por cada mil habitantes, sólo por detrás de Chipre, que registra un 17,9 por mil.

El empuje de la inmigración hizo que en 2.003 España fuese el segundo país de la UE, también por detrás de Chipre, en el que más aumentó la población: un 15,5 por mil, lo que según Eurostat hace que los habitantes del país superen ligeramente los 42 millones.

 

En la media europea. Los datos de Eurostat muestran también que un tercio del incremento poblacional registrado en el conjunto de los 25 -1,9 millones de habitantes más en 2.003- se debió a los cambios en España.

En cuanto a la tasa de natalidad, España se situó en la media de la UE, con 10,4 nacimientos por cada mil habitantes. La tasa de mortalidad española, con un 9,2 por mil habitantes está en la media europea.

© Generalísimo Francisco Franco. 2 de septiembre de 2.004.-


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