PZ: "LIBERTÉ, EGALITÉ Y FRATERNITÉ"

 

El Gobierno ha utilizado a los "productores", como se denominaba a los trabajadores en el régimen del interfecto, de la empresa pública Transformaciones Agrarias (Tragsa), antes dependiente del Ministerio de Agricultura y ahora de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para descabalgar a Franco y a su caballo del pedestal en el que se encontraban, al lado mismo de los Nuevos Ministerios. Si los anteriores Gobiernos socialistas "pasaron" de este asunto durante catorce años, ¿qué razones hay ahora para meterse en este berenjenal? Así, a bote pronto, se me ocurren dos: la primera, que el Presidente Zapatero (PZ) es víctima de una serie de traumas relacionados con la Guerra Civil y los proyecta sobre el conjunto de la sociedad, y, la segunda, que necesita crear polémicas artificiales y desviar la atención de los asuntos que de verdad interesan al conjunto de la ciudadanía, como diría él mismo.

Ha dicho PZ en París, capital de la "liberté, egalité y fraternité" que "es impensable que en un país europeo existan recuerdos en ámbitos públicos o colectivos de dictadores". Pues muy bien. Pero debería precisar hasta dónde llegan los dictadores. ¿Nos quedamos en el del caballo, o todos los reyes europeos que gobernaron bajo el régimen de la monarquía absoluta también lo fueron? En este último caso, apaga y vámonos, porque empezamos a remontarnos y llegamos hasta Viriato, por poner un tope, pasando por Felipe II, los Reyes Católicos o Don Pelayo. En ese caso habría que retirar las estatuas de todos ellos y las obras que realizaron, que también los recuerdan. Así, junto al Valle de los Caídos, habría que pensar qué es lo que se hace con el Monasterio del Escorial, o con las murallas de Ávila y con el Acueducto de Segovia, que construyeron los emperadores romanos. Cuando "Mandaleni", la ministra de Fomento, dio la orden de retirar la estatua, salió Caldera diciendo algo así como que le parecía muy bien porque le molestaba su presencia al ir a trabajar (es un decir). Hombre, si llevamos esto hasta sus últimas consecuencias, el ministro de Trabajo debe de estar más que molesto un día sí y otro también, porque los Nuevos Ministerios, donde tiene su despacho oficial, fueron proyectados durante la dictadura de Primo de Rivera y, aunque la primera piedra del complejo se puso durante la II República, la obra se finalizó cuando ya mandaba el del caballo.

Ya que aprecia tanto la cultura "gabacha", me gustaría que PZ hiciese suyo el lema de la Revolución Francesa y hubiese "liberté" para todos. También "egalité", y eso significa gobernar para todos en términos de igualdad y no sólo para sus partidarios o colectivos minoritarios, aunque éstos también tengan sus derechos. Pero, sobre todo, me gustaría que practicase lo de la "fraternité", y que actué pensando en lo que pueda unir y no en lo que pueda separar.

 

César LUMBRERAS

® La Razón. 20 de Marzo de 2.005.-

© Generalísimo Francisco Franco. 25 de Marzo de 2.005.

 


PÁGINA PRINCIPAL

ANTERIOR