Con gran asombro comunicamos esta noticia, ya que se ve el descontrol que existe en el seno de la Conferencia Episcopal, dónde algunos Obispos y como vemos ahora el Sr. Uriarte, sigue dando respiro al Terrorismo y al Separatismo de España, a este Señor le importan un "jamón" las víctimas del terrorismo, las personas que tienen que ir día y noche con escolta, las personas que no pueden manifestarse con total libertad, las personas que no pueden manifestar su ideología política,... estos serán para éste Obispo fieles de segunda división.

    ¿Se habrá leído el Plan Ibarreche? ¿ O es qué busca que la Iglesia Vasca se separe de la actual Conferencia Episcopal Española, creando una nueva Conferencia Episcopal Vasca?.

  Nos ha salido el continuador de Monseñor Setién, la segunda parte de la película. Ya dicen que todas las segundas partes son malas, y para muestra un botón.

Uriarte se desmarca de las críticas de Rouco al "Plan Ibarretxe" y pide a sus fieles que las ignoren

   Durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, su presidente  calificó de inadmisible "pretender unilateralmente" cambiar la Constitución "en función de una determinada voluntad de poder". Era una referencia explícita al "Plan Ibarretxe". Concluido el plenario, el obispo de San Sebastián ya se ha desmarcado; pretende que sus files sigan sus pasos.

    El obispo de San Sebastián considera que la intervención del pasado lunes del cardenal Antonio María Rouco Varela ha provocado "gran preocupación y perplejidad" en la comunidad cristiana de Guipúzcoa. Interpreta que las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal se han entendido "unánimemente" como una "descalificación moral" del "Plan Ibarretxe". Este sábado se ha precipitado a hacer sus propias matizaciones. En una nota de prensa, Uriarte sostiene que el texto del discurso de Rouco, si bien se apoya en un documento aprobado hace un año por una notable mayoría del episcopado español, es responsabilidad "exclusiva" de su presidente, y "no ha sido consultado previamente a la Asamblea de Obispos, ni aprobado posteriormente por ella".

    El obispo de San Sebastián se refiere así al discurso pronunciado por Rouco en el acto de apertura de la Asamblea Episcopal, celebrada el pasado día 17 en Madrid, donde dijo que en la coyuntura de los actos de conmemoración del 25 aniversario de la Constitución, "ensombrecidos por graves cuestionamientos", recobra la máxima actualidad el mensaje de los obispos del pasado año sobre el terrorismo y el nacionalismo totalitario. En alusión a la situación del País Vasco y a la propuesta del lehendakari el cardenal afirmó que "pretender unilateralmente alterar este ordenamiento jurídico en función de una determinada voluntad de poder, local, o de cualquier otro tipo, es inadmisible" ya que, a su juicio, "es necesario respetar y tutelar el bien común de una sociedad pluricentenaria".

    Heredero del obispo Setién, el prelado de San Sebastián no ha tardado en desmarcarse de la postura oficial de la Iglesia sobre el País Vasco. Juan María Uriarte  cree que la Iglesia "no puede sancionar como exigencia ética ni excluir en nombre de ésta" los diferentes modelos políticos mientras respeten los derechos humanos y se mantengan dentro de los cauces políticos y democráticos. Y recomienda a sus fieles que ignoren lo dicho por Rouco el pasado lunes y se acojan a lo que publicaron los obispos vascos en la Carta Pastoral "Preparar la paz" de mayo de 2002. Son los "criterios morales básicos inspirados en el pensamiento social cristiano para orientarse en este importante y delicado asunto".

    En ese documento se sostiene que ninguno de los modelos son "dogmas políticos que requieran un asentamiento incondicionado", y que todos ellos han de estar al servicio de "la paz social, que es un valor notablemente más precioso y necesario que el imposible cumplimiento de todas las aspiraciones de todos los grupos". Uriarte señala que cada ciudadano debe analizar "cuidadosamente" la situación real, examinar la "licitud moral" de los procedimientos utilizados, sopesar las "consecuencias previsibles" de las diferentes alternativas y "discernir personalmente cuál es, entre las diversas fórmulas, aquella que responda a las exigencias éticas y a sus legítimas opciones", siempre con el objetivo de la paz y la reconciliación social.

Libertad Digital. 22 de Noviembre de 2.003

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