MENOS SAMBA E MAIS TRABALHAR


 

Por Luis Carlos.

El fin de semana ha dado mucho de sí. Ha sido un fin de semana de carnaval y charanga, de justa reivindicación de derechos y de poco cumplimiento de deberes.

Nadie o casi nadie sabíamos quién era Carlinhos Braun hasta que la publicidad del “Fórum de las Culturas” nos mostró a un joven ilusionado ante la posibilidad de acudir a un concierto suyo. Carlinhos, conocido antes en su casa y a la hora de comer, se ha convertido en el paladín musical de la progresía a ritmo de samba. 

El sábado, asociaciones de sodomitas y bujarrones (utilizando la riqueza de nuestra lengua castellana sin recurrir a cursis anglicismos) llamaron a contramanifestarse con Carlinhos. Mientras se desarrollaba una manifestación en defensa de la familia,  a ritmo de salsa y refrescados por los camiones de bomberos que Gallardón puso a disposición de la organización carnavalesca, miles de personas quisieron convertir el Paseo de La Castellana en el sambódromo de Río de Janeiro, participando en un esperpéntico espectáculo.

ZP, cuya vida es un carnaval permanente y cuyas facciones cada día más parecen una careta sin goma, se reunía con Carlinhos en Moncloa, probablemente para que este le diese un recital privado que impidiese que hasta sus oídos llegase el clamor del más de millón de personas que reivindicaban un trato justo para la más importante institución de carácter humano, la familia. No se si a este entrañable recital privado de salsa fue invitada también la omnipresente Vice-Vogue, que luciría para la ocasión un tocado de frutas tropicales y camisola floreada atada a la cintura, maraca en mano, algo parecido a una momia del British Museum vestida de carnaval brasileño, para que se hagan una idea. Allí tomarían entre samba y samba una caipiriña mientras cientos de miles de familias, con niños de corta edad, tenían que reunirse en una tarde de infernal calor a recordarle a los amigos de la samba que ellos también existen.

La manifestación de las familias fue un derroche de alegría, de bullicio y de sonrisas y no hicieron falta ni Carlinhos ni las asociaciones de sodomitas y tortilleras para alegrar la fiesta.

Dicen que Carlinhos pasó dos horas en Moncloa (eso es trabajar, señor Presidente), hablando con ZP de los proyectos que está intentando desarrollar en los poblados de chavolas de San Salvador de Bahía. ZP le escucharía extasiado, como es incapaz de escuchar a los representantes de las familias españolas o a las Víctimas del Terrorismo o a los salmantinos. ZP le hablaría de sus proyectos humanitarios, de su idea de destruir el tradicional concepto de familia y de cómo gracias a él el niño perderá el derecho a ser adoptado por un matrimonio para vivir en el seno de una familia estable en pro de un presunto derecho de la minoría homosexual a adoptar niños. 

Son cientos las asociaciones españolas en defensa de los más desfavorecidos, de los enfermos, de los desheredados, de las víctimas de la violencia, de las familias, que han solicitado ser recibidas por el Presidente, pero él no tiene tiempo más que para la samba. Tras hacer el ridículo en Europa y arrastrarse por Bruselas en busca de alguna fotografía que publicar en “El País” que avale toda esa alharaca de imbecilidades europeístas que Moratinos se encarga de airear, qué menos que dos horas de samba. Mientras en Brasil el gobierno de su admirado Lula comienza a hacer aguas víctima de unos escándalos de corrupción que harían bueno al más corrupto de los altos funcionarios de la Administración de Felipe González, en Argentina los emigrantes votan a Fraga y en Europa no consigue la fotografía, y es que nuestro gafe particular olvida las penas con un rato de Carlinhos (que tenga cuidado Carlinhos que dos horas de ZP pueden dar lugar a cien años de catástrofes personales).

Mientras millones de Españoles ven como su gobierno les vuelve la espalda y la momia de Tutankamon personificada en la Vicepresidenta se ríe de las protestas, el Presidente por accidente (193 víctimas), disfruta de un concierto privado del ínclito Carlinhos Braun.

Por la mañana la omnipresente Pilar Bardem presidía junto con Concha Velasco un mini-acto reivindicativo frente al monumento a la Constitución. Pilar Bardem, nostálgica de aquella URSS donde, todo hay que decirlo, eran perseguidos y encarcelados los sodomitas, no pierde comba. El Prestige, Irak, los derechos de los homosexuales o la defensa del cangrejo en los afluentes del alto Carrión, cualquier cosa por salir en televisión, por conseguir un minuto de gloria y mantener el título de “Pancartera oficial”. De Concha, poco hay que decir. Se hizo famosa en tiempos de Franco sin que entonces destacase por ir contra la Dictadura, interpretó a Teresa de Jesús y ahora, a ver si conseguimos un papelito o la presentación de un programa a cuenta de la demagogia barata.

España se seca y bebe gracias a los pantanos que Franco construyó, la ETA anuncia que dejará de matar políticos y seguirá matando al resto de los españoles, regiones se creen naciones, cientos de pateras con indocumentados llegan (las que llegan) a nuestras costas y somos ninguneados  por Francia y Alemania, ante los cuáles ZP se había arrastrado envuelto en la pancarta del “No a la Guerra”, pero la samba es la samba.

 

21 de Junio de 2.005.-


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