VOZ PROFÉTICA

 

Por Juan Francisco Fernández.
 
Desde sus inicios, la Iglesia, como voz profética, trascendente e interpeladora, "políticamente incorrecta" como diríamos hoy, ha sido, en demasiadas ocasiones invitada a enmudecer, desaparecer o simplemente perseguida de alguna forma cuando lo que proclama no se ajusta a los dictados políticos de turno o al pensamiento moderno. Si hiciera eso, traicionaría a Cristo, que la llamó "luz del mundo". Nunca fue fácil  ser cristiano activo y auténtico.

Los vientos que corren van a contracorriente de los valores católicos. Debemos ser voz de los sin voz, de las injusticias y de los contravalores que se imponen en la sociedad. Proponer, nunca imponer.

Pese a nuestros pecados, fallos y defectos, el mundo católico quiere ser "sal de la tierra", anunciar el Evangelio salvífico y esperanzador de Jesucristo.

Antes de que se inventasen las ONG, la Iglesia Católica llevaba casi dos milenios dedicando recursos humanos y materiales a favor de los pobres.

Para tratar de acallar su incómoda presencia, varios partidos políticos y sindicatos quieren que la Iglesia no perciba ninguna subvención, cuando precisamente ellos no dicen nada de las prestaciones económicas que reciben de los presupuestos anuales. Les falta esa transparencia.
De los 138 millones de euros que recibió la Iglesia Católica española el año pasado, 90 fueron directamente de los ciudadanos que marcaron la "cruz" de su declaración de la renta, y 48 de los presupuestos del  Estado.

Espero que  sindicatos,  ONGS, partidos políticos y distintas asociaciones expliquen también sus cuentas a la opinión pública.

 

18 de Julio de 2.005.-

 

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