| ¡Ámonos
            de rebajas!. La poesía de Fa.
            
             
              
                
                  | Ha
            gritado Zapatero, y
            todos en pié de guerra, se aprestan para el evento.
            
             La
            Sole dice:"Diez Bolsos, sesenta pares de media, dos
            quilos de maquillaje, trecientas bragas de seda, cincuenta
            sujetadores, pero...¡si no tengo tetas!, si
            estoy mas lisa que losa, del cementerio de Huelva,
            
             Pa
            las niñas, diez pijamas, y otras tantas camisetas, de
            ferpa, de las de siempre, que no le hagan costuretas debajo de los
            sobacos, que luego salen ronchetas,
                   |  |  como
            me pasó a mí, con un vestido de fiesta que alquilé hace mucho
            tiempo, cuando no era "presidenta", y
            cuando el qués mi marío, trepaba en pós de la Eta.
            
              
            
             Tendré
            que comprarle algo, que le guste: ¿Una
            peineta?,o ropa de mister Bean, que se parece en la jeta
            
             a
            este peazo marío, que me dió su palabreta, de
            comprarme en las rebajas, medio "Harrows"sin pesetas,
            
             que
            paga el "Erario Público", lo ha dicho la Ministreta, y
            es palabra de ministra,¡¡que hacemos caso, rediela!.
            
             La
            madre de esta señora, de Zapatero la suegra, también
            se suma al evento, de las rebajas Inglesas.
            
              
            
             ¿Se
            comprará diez sombreros como los que usa la Reina?, ó¿
            esos que se  me coloca, cuando asiste a las carreras?
            
              
            
             La
            agüela mira nerviosa: Eso de no hacer calceta, a
            su edad es peligroso, más que ir al monte a por setas.
            
             Y
            nota que el que es su yerno, dando
            vueltas y más vueltas, a
            su alrededor la mira, con ojos de cabra vieja.
            
              
            
             El
            presidente la otea, la mide, la vé, la observa, y
            con ojos cariñosos, diez mil piropos ventea, 
            
             a
            la que no es su mujer, sólo, a la que és su suegra, y
            recuerda como anoche, antes de salir de fiesta,
            
             la
            sometió, con cariño, a una simple y llana prueba.
            
              
            
             Y
            mostrándose orgulloso, de su hazaña y de su gesta, con
            voz recia, y entonada, a los escoltas comenta:
            
             "La
            barriga de mi suegra, anoche se la medí, con
            la cincha de la burra, y la tuve que añadí"
            
             "Y
            pa comprarles la ropa, las  he montao en un avión, de
            los que paga el "erario",y quién no paga, soy yó".
            
               Y
            todos juntos cantando:"¡Rebajas, que buenas són, sobre
            todo si se  pagan, con perras de la Nación!
            
            
            
             
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