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                    | El lunes 7 de 
noviembre de 1938 la ciudad cordobesa de Cabra se despertó atemorizada, al 
observar que tres aviones de fabricación soviética Tupolev SB-2 Katiuska del 
ejército republicano, dejaban caer treinta bombas que provocaron la muerte de 
108 personas, de las cuales 96 perecieron en el acto, y más de 200 heridos entre 
mujeres, niños y ancianos. Todavía, después 
de 70 años, aún se desconocen los motivos de esa matanza que cometieron los 
rojos, ya que no había tropas, ni era escenario de operaciones, ni constituía 
ningún objetivo militar, ya que el frente estaba en el Ebro, donde el Ejército 
Popular realizaba preparativos para volver a la margen izquierda del río, en la 
batalla más cruenta y terrible de toda la guerra civil española.  Cabra, situada 
al sur de la provincia de Córdoba, a unos 72 km. de la capital y considerada el 
centro geográfico de Andalucía, era zona campesina y alejada de vías de 
comunicación. Hasta tal punto se ignora los motivos, que se han hecho 
especulaciones como si sería para celebrar el día 7 de noviembre, aniversario de 
la revolución soviética, de la cual procedían los tres bombarderos rápidos 
Tupolev SB-2 (Skorostnoi Bombardirovschik) Katiuska, los cuales arrojaron 
30 bombas, con un total de 2.000 kilogramos. En Parrillas explosionaron cuatro 
bombas de 200 kg. cada una. En la esquina de la calle Platería con la Cuesta del 
Bachiller León, seis casas fueron derruidas con bombas de 50 kg. En la Plaza 
Vieja y la Audiencia cayó una bomba. En el colegio de las Madres Escolapias, el 
pabellón dedicado a la educación de las niñas, fue derruido por dos bombas. 
Gracias a que el ataque se inició a las 7:35 de la mañana, no se encontraba 
ninguna alumna, ya que la hora de entrada era a las ocho. Por ser día de 
mercado habían acudido cientos de almas en aquella fría mañana de noviembre. Una 
de las bombas cayó en el mercado de Abastos, donde se hallaban reunidos los 
campesinos del entorno. Esta masacre 
cometida en Cabra es casi totalmente desconocida por la opinión pública española 
ya que sólo existen algunas referencias en la prensa española, y por supuesto, 
por la opinión pública internacional, quizás porque no hubo un Picasso que 
inmortalizase la tragedia, como en el caso del bombardeo de Guernica. Sin 
embargo, ambos son igual de condenables, puesto que el número de víctimas 
inocentes es muy similar, pero parece que las ciento ocho vidas de Cabra pesan 
mucho menos que las ciento veinte de Guernica, cuando se pasan por el filtro de 
la propaganda roja o de la nefasta Memoria Histórica.  El nada 
sospechoso de ‘franquista’ Arcadi Espada Enériz, escribía sobre el caso: 
	«Pero, no 
	eran vascos, no tenían un Picasso que pintase sus gritos, ni sus lágrimas 
	conmovieron a nadie. Hoy que se pretende reescribir el pasado y volver a 
	dibujar las fronteras de buenos y malos, nadie se acordará de esta masacre y 
	siempre nos quedará Guernica. Decididamente, el bando franquista ganó una 
	guerra, pero perdió la propaganda». Desde luego en 
el bando nacional no se caracterizaron sus propagandistas por la habilidad que 
siempre mostraron los del bando rojo, o por la desfachatez con la que los 
apologistas de Guernica elevaron a miles las cifras de víctimas. El bando 
republicano fue el primero en bombardear ciudades, de forma que antes de 
finalizar el mes de julio de 1936 ya habían sufrido estas agresiones Zaragoza, 
Córdoba, Sevilla y otras poblaciones, según se reconoce en sus propias partes 
oficiales de guerra. Pero mientras que el Gobierno del Frente Popular inició una 
campaña publicitaria frente a los bombardeos nacionales, que llegó incluso al 
Vaticano, la propaganda nacional, mucho menos preocupada por estas materias, 
sólo acertó a responder tardíamente con unos folletos que registran menos 
bombardeos y muertos causados por el enemigo de los que hubo realmente. ARRIBA     
 
 Voló por primera 
vez el 7 de octubre de 1933. Fue diseñado por A.A. Arkhangelski bajo la 
dirección de Andrei Nokolaevich Tupolev. De construcción enteramente metálica, 
con planos provistos de flaps, tren retráctil hidráulico, amortiguadores y 
frenos automáticos. Tenía una limpia línea aerodinámica, que unida a la potencia 
de sus dos motores le permitía alcanzar una velocidad máxima de 430 km/h. Entró en 
servicio a comienzos de 1936, llegando el 15 de octubre los primeros Katiuska 
–como fueron llamados por los republicanos– a Cartagena, entrando en combate el 
día 28 de octubre de 1936 al bombardear Tablada y Talavera. El Tupolev SB-2 
resultó ser más rápido que los cazas de los nacionales, que tras la sorpresa 
inicial pronto adaptarían la táctica de esperarlo a gran altura para después 
picar consiguiendo así mayor velocidad. El SB-2 disfrutó durante cierto tiempo 
de la ventaja de su velocidad, pero su propensión al incendio de sus tanques de 
combustible y su delicado mantenimiento en campaña, unidos a la llegada al bando 
nacional de los cazas Me-109, fueron incrementando drásticamente el número de 
sus bajas. Se recibieron 
aproximadamente 100 unidades, que actuaron en todos los frentes, tanto en 
misiones estratégicas como tácticas, contándose entre sus acciones el bombardeo 
del acorazado alemán Deutschland (29/05/1937) y según algunos documentos 
e historiadores, remataron el hundimiento del crucero nacional Baleares 
(6/03/1938).  Al igual que 
resultó con otros tipos de aviones recibidos de la U.R.S.S., los primeros 
Katiuska fueron tripulados exclusivamente por rusos, transfiriéndose de forma 
paulatina a españoles. Se construyeron 
un total de 6.656 unidades hasta 1940, manteniéndose algunas en servicio hasta 
1943, a pesar de las numerosas pérdidas ocasionadas durante la II Guerra 
Mundial, fundamentalmente por el hostigamiento del caza ligero alemán Bf-109, 
diseñado por Willy Messerschmitt en 1934. 
Características 
	
		
		Potencia                                  2 x 860 C.V. 
		Envergadura                            20,12 m. 
		Longitud                                  4,39 m. 
		Superficie alar                          51,34 m². Peso 
		vacío                               3.995 kg. Peso 
		total                                6.910 kg. 
		Velocidad de crucero              280 km./h. 
		Velocidad máxima                   430 km./h. 
		Alcance                                   1.450 km.Techo                                      9.400 m.   |  |  ARRIBA     
 
 
					Más de 50 bombardeos en la retaguardia 
					franquista tuvieron lugar en el año 1938, a cargo de la 
					aviación roja. 
					
						
						17/01/1938                 Cariñena; 
						Longares. 
						18/01/1938                 Villanueva 
						del Huerva;  Cotorrita. 
						20/01/1938                 Villanueva 
						del Huerva; Cariñena. 
						21/01/1938                 Salamanca. 
						23/01/1938                 Sevilla. 
						25/01/1938                 Campillo de 
						Llerena; Valladolid; Cariñena; Sigüenza; Jadraque. 
						26/01/1938                 Jadraque. 
						28/01/1938                 Aldeatejada; 
						La Calzada de Oropesa. 
						31/01/1938                 Alcolea; 
						Esquivias. 
						  
						02/02/1938                 Riba de 
						Saelices. 
						04/02/1938                 Toledo. 
						18/02/1938                 Peñarroya. 
						  
						01/03/1938                 Palma de 
						Mallorca; Toledo. 
						03/03/1938                 Zuera; 
						Zaragoza; Almudevar; Castejón. 
						04/03/1938                 Almudevar; 
						Alcalá de Guerrea. 
						07/03/1938                 Almedinilla. 
						08/03/1938                 Paniza; 
						Cariñena. 
						09/03/1938                 Daroca; 
						Villanueva del Huerva; Porcuna; Baena. 
						17/03/1938                 Peñarroya. 
						19/03/1938                 Fuenteovejuna. 
						26/03/1938                 Talavera de 
						la Reina. 
						27/03/1938                 El Puente del 
						Arzobispo. 
						28/03/1938                 Alcalá la 
						Real. 
						30/03/1938                 Baena. 
						  
						02/04/1938                 Toledo. 
						04/04/1938                 Porcuna. 
						08/04/1938              Talavera de 
						la Reina; El Puente del Arzobispo. 
						13/04/1938                 Cogolludo; 
						Jadraque. 
						20/04/1938                 Motril. 
						30/04/1938                 Alcalá de 
						Chisvert. 
						  
						20/05/1938                 Benicarló. 
						30/05/1938                 Benicarló. 
						30/05/1938                 Palma de 
						Mallorca. 
						31/05/1938                 Palma de 
						Mallorca. 
						  
						06/08/1938                 Varias 
						localidades de Extremadura. 
						28/08/1938                 Ceuta. 
						29/08/1938                 Castuera. 
						  
						01/10/1938                 Ávila. 
						24/10/1938                 Aguilar. 
						28/10/1938                 Baena; 
						Illesacas; Toledo. 
						  
						02/11/1938                 Talavera de 
						la Reina. 
						04/11/1938                 Bélmez. 
						07/11/1938                 CABRA. 
						09/11/1938                 Córdoba. ARRIBA      
 
 
					Fue fundado en Pamplona en 1903, siendo 
					editado desde entonces sin interrupción, por lo cual es uno 
					de los más antiguos de España. 
				El día 9 de noviembre de 1938 publicaba en sus páginas un 
				artículo sobre el bombardeo de Cabra, del cual transcribimos los 
				párrafos más interesantes: 
					
					«Para sacarse la espina de las vergonzosas y 
					continuas derrotas que han sufrido los rojos en su aviación 
					en el frente del Ebro, han tenido un rasgo muy propio de su 
					cobardía y su vileza. Huyen de enfrentarse con nuestros 
					caballeros del aire porque carecen de corazón y vengan sus 
					fracasos bombardeando poblaciones de nuestra retaguardia, 
					envidiosos de la vida tranquila y ordenada que se disfruta 
					en nuestra zona […]. 
					Unos trimotores rojos cargados de bombas 
					arrojaron en la culta y rica ciudad de Cabra (Córdoba) su 
					metralla sobre la población civil en el momento en que se 
					disponía a reanudar su trabajo cotidiano en medio de la paz 
					que Franco ha proporcionado a todos los pueblos de nuestra 
					retaguardia. Con refinada crueldad, han buscado como sitio 
					para lanzar sus bombas el mercado cuando éste estaba en todo 
					su apogeo. Veían ellos muy bien que allí no había uniformes 
					militares sino vestimentas campesinas y mujeres del pueblo 
					que iban a realizar sus compras, y arrojando las bombas en 
					la ciudad, causaron 86 muertos y 117 heridos 
					(*), en su 
					mayoría gente civil, que estaban en el mercado […]. 
					Este es el hecho criminal, ejecutado con 
					toda premeditación, porque a esa hora sabían que las gentes 
					salen de sus casas al trabajo. […] Ellos y sus cómplices de 
					fuera han querido enternecer al mundo con el bombardeo de 
					objetivos militares por nuestra aviación nacional. Para 
					todas aquellas personas de captación fácil y de sensiblería 
					pronta por la propaganda embustera ofrecemos hoy el 
					espectáculo triste de Cabra, la ciudad cordobesa de 
					retaguardia. […] A eso vinieron, a vengar esas derrotas del 
					Ebro en este pueblo indefenso […] una población tranquila 
					que no ha cometido más delito que ser muy española y rendir 
					tributo al Caudillo». 
					(*) Cifras 
					dadas en un inicio, pero que posteriormente se recontaron 
					108 muertos y más de 200 heridos.   ARRIBA      
 
 
					
					Aguilar Gallego, Petra. Obrera, 68 años. Alonso Bonilla, Manuel. Soldado.
 Aranda Serrano, Rafael. Obrero, 32.
 Arévalo Camacho, Antonio. Hortelano, 66.
 Ariza Aguilera, Cristóbal. Obrero, 50.
 Barba Cubero, José. Hortelano, 63.
 Bernal Gil, José. Cabo.
 Borjas Mesa, José. Sargento de la Guardia Civil retirado, 
					57.
 Borrallo Baena, Antonio. Obrero, 35.
 Carabel de la Rosa, Manuel. Soldado.
 Carrillo Cañero, José. 15.
 Carrillo Ruiz, Celedonio. Obrero, 40.
 Castillo Basurte, Rafael. 8.
 Castro Arroyo, Rafael. Industrial, 43.
 Castro Montero, Antonio. Soldado.
 Castro Peña, Ana. Obrera, 48.
 Cecilla Lama, Vicente. Hortelano, 50.
 Córdoba Espinar, Antonia. Obrera, 17.
 Cuevas Salazar, Rafael. Jornalero, 60.
 Cumplido Valle, Natividad. Obrera, 21.
 Delgado Hoyos, Manuel. Soldado.
 Estacio Muñoz, Francisco. Prisionero, 29.
 Fernández Morales, Eduardo. Soldado.
 Fuentes Jiménez, Gabriela. Obrera, 60.
 García Moral, Joaquín. Jornalero, 38.
 García Reyes, Joaquín. Obrero, 63.
 Gómez Castro, Francisco. Hortelano, 73.
 González Agudo, Carmen. Obrera, 43.
 González Castro, Soledad. 24.
 González Guardeño, José. Obrero, 35.
 Guardeño Castro, Antonio. Obrero, 35.
 Guardeño Córdoba, Francisco. Obrero, 60.
 Guardeño Guardeño, Antonia. 21.
 Guardeño Guardeño, Antonio. 8.
 Guardeño Guardeño, Juliana. 13.
 Guardeño Guardeño, Mercedes. 13 meses.
 Guardeño Santiago, Juliana. 43.
 Guerrero Corpas, Francisco. Obrero, 73.
 Guerrero Lama, Josefa. 70.
 Guzmán Jiménez, Antonia. Obrera, 50.
 Herrero Galisteo, Eusebio. Espartero, 54.
 Hurtado Calzado, Diego. Herrero, 48.
 Jiménez Fernández, Mariana. 10.
 Jurado Ceballos, Antonio. Obrero, 70.
 León Márquez, Manuel. Soldado.
 López Álvarez, Emilio. Prisionero, 17.
 López Chaves, José. Obrero, 48.
 López del Valle, Antonio. Corredor, 43.
 López Moya, Pedro. Obrero, 33.
 López Ordóñez, Josefa. Obrera, 51.
 López Ordóñez, Manuela. 40.
 Maíz Nieto, Antonio. Obrero, 56.
 Manchado Valverde, José. 65.
 Medina Grande, Manuel. Obrero, 35.
 Medina Oteros, Lorenza. Hortelana, 30.
 Medina Oteros, Sierra. 21.
 Mejías de Mora, Juan. Soldado.
 Montero Molina, Ángel. 11.
 Montero Molina, Antonio. 10.
 Montes Montes, Rafael. Jornalero, 45.
 Montoya Villasán, Enrique. Teniente de Regulares “Alhucemas” 
					nº 5. (*)
 Moñiz Cecilla, Rafael. Industrial, 43.
 Morales Barranco, José. Zapatero, 50.
 Morel Soto, Carmen. 14.
 Moreno Arroyo, Antonio. 52.
 Moreno Arroyo, José. 59.
 Moreno Sabariego, Juan. Obrero, 65.
 Moreno Vilchez, Manuel. Zapatero, 41.
 Morillo Gaspar, Sierra. Obrera, 51.
 Morillo Vera, Antonio. Obrero, 60.
 Muñiz Marzo, Rafael. Obrero, 60.
 Muñoz Castro, Luis. Obrero, 16.
 Muñoz Morillo, Antonia. Revendedora, 45.
 Ordóñez Castro, Manuel. Obrero, 60.
 Ortiz Flores, Rafael. Obrero, 50.
 Ortiz Gómez, Francisco. Hortelano, 42.
 Payar Ruiz, Rafael. Guardia municipal, 40.
 Peña Campos, Francisco. Obrero, 73.
 Pérez Bermúdez, Ángel. Jornalero, 36.
 Pérez Ruiz, Ángel. Obrero, 51.
 Porras Arroyo, Joaquín. Obrero, 55.
 Porras Bermúdez, Vicente. Obrero, 36.
 Quero Hinestrosa, Antonio. Obrero, 50.
 Rodríguez Moral, Francisco. Barbero, 45.
 Roldán Alcántara, Manuel. Hortelano, 34.
 Roldán González, Antonio.40.
 Roldán Ortiz, Francisco. Obrero, 70.
 Romero Ramírez, Diego. Obrero, 14.
 Romero Roldán, Juan. Obrero, 60.
 Rosa Flores, Sierra. Obrera, 50.
 Ruiz Cuevas, Jesús. 9.
 Ruiz Yedra, Antonia. 48.
 Salcedo Pérez, Andrés. 30.
 Sánchez Sánchez, Antonio. Cabo.
 Serrano Córdoba, Antolín. 56.
 Serrano Pulido, Francisco. Del campo, 48.
 Urbano Serrano, Felipe. Obrero, 55.
 Valle Valverde, Domingo. Obrero, 56.
 Vega Benítez, Narciso. Soldado.
 Zamorano Almagro, Domingo. Obrero, 58
 Arriaga Castro, Cristóbal, 50.
 Mesa Gaspar, Francisco, 53.
 Rovira González, José
 Moro Bonilla, Manuel, soldado.
 Pocero Valverde, Carmen.
 Pérez Flores, Rosario, 55
 De la Rosa Moreno, Francisco, 55
 
				(*) 
				Enrique Montoya, teniente 
				de Regulares, acababa de venir de la batalla del Ebro con 15 
				días de permiso. No murió en el frente, sino en la cama 
				descansando. ARRIBA     
 
 
					Bajo este título, el 
					historiador, escritor y periodista César Vidal escribía en
					“La Razón”, el domingo 9 de noviembre de 2008, el 
					siguiente artículo: 
					
					«De las bombas 
					lanzadas por la aviación republicana una cayó sobre el 
					mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y 
					niños. 
					El 7 de noviembre de 
					1938, hace esta semana setenta años, la actividad bélica en 
					España se centraba en la batalla del Ebro. Sin embargo, sin 
					relación alguna con aquella terrible lucha, un destacamento 
					de la aviación republicana se encaminó hacia la población 
					cordobesa de Cabra. Su intención no era atacar un objetivo 
					militar sino descargar su ira sobre una población indefensa. 
					De las bombas lanzadas por la aviación republicana, en 
					aquella misión carente de justificación, una cayó sobre el 
					mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y 
					niños. Cuando los aviones republicanos se retiraron, dejaron 
					tras de sí algo más de un centenar de cadáveres, es decir, 
					una cifra de víctimas similar a la de Guernica. Pero Cabra 
					no tuvo un Picasso que la pintara ni tampoco el mando 
					nacional, ocupado sobre todo en ganar la guerra, utilizó 
					propagandísticamente aquel centenar de muertos. 
					 
					Hoy son contados los 
					españoles que saben lo que, hace setenta años, sucedió en 
					Cabra, pero lo peor no es su ignorancia sino el esfuerzo 
					consciente para que siga existiendo. Por ejemplo, a 
					diferencia de Ibarreche con Guernica, Manuel Chaves, hijo de 
					un militar franquista, no ha recordado a las víctimas ni 
					tampoco ha exigido que Rusia pidiera perdón por proporcionar 
					los aparatos que realizaron aquella misión. Tampoco ninguno 
					de esos propagandistas disfrazados de historiadores ha 
					recordado que, a diferencia de Guernica, Cabra no tenía una 
					fábrica de armas ni estaba en la zona del frente en medio de 
					una ofensiva que explica el bombardeo. Tampoco, a pesar de 
					que han pasado siete décadas, ningún pintor, ningún escultor 
					ha decidido levantar un recuerdo artístico a las víctimas 
					del bombardeo republicano de Cabra. Tampoco las televisiones 
					extranjeras han aparecido por Cabra para escuchar los 
					testimonios, reales o supuestos, de los egabrenses. Tampoco 
					se ha proyectado en ninguna cadena un documental que 
					recuerde aquel acto de barbarie que carecía de justificación 
					militar. Mucho menos se ha execrado al doctor Negrín, 
					socialista y primer ministro, que sujetaba las riendas 
					entonces del bando frentepopulista.  
					Ni siquiera, a pesar 
					de haber nacido en Cabra, la antigua ministra de cultura, 
					Carmen Calvo ha recordado a aquellas víctimas a muchos de 
					cutos descendientes debe, sin duda alguna, conocer. Y es 
					que, por enésima vez, ha quedado de manifiesto lo que es la 
					mal llamada “memoria histórica”. 
					Sólo el raquitismo 
					intelectual de la izquierda y de los nacionalismos, el deseo 
					de quedarse con importantes raciones del presupuesto con 
					cualquier pretexto y la necesidad de agitar el odio para 
					enfrentarse con un PP que presentaba una mejor gestión 
					política y económica acabó llevando a una alianza 
					nacional-socialista cuya finalidad era volver a abrir 
					heridas de antaño y condenar a la muerte civil a la mitad de 
					España. 
					Para la izquierda y 
					los nacionalismos se trata de recordar –¡cuánto desearían 
					muchos que se olvidara el bando en que combatieron sus 
					padres!– sino de crear una mentira propagandística impuesta 
					sobre la población con todos los medios que, como siempre, 
					pagará nuestro dinero. Millones de españoles, por el 
					contrario, elevamos nuestras oraciones porque la alianza 
					nacional-socialista no consiga reabrir las heridas de la 
					guerra civil y recordamos a todos nuestros muertos, de un 
					bando y de otro, por una razón o por otra, en el deseo de 
					que España nunca vuelva a vivir un drama semejante».   ARRIBA     
 
 
					Hace referencia a la 
					actividad de la aviación roja de esa fecha: «La aviación 
					roja, huyendo de los encuentros aéreos que tantas pérdidas 
					le cuestan y alejándose de todo objetivo militar, lleva 
					varios días dedicada a batir pueblos civiles de la zona 
					nacional, lo más alejados posible de las actividades 
					militares y desde los que les es fácil la huída. 
				Hoy correspondió la 
				cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la 
				madrugada, nueve aviones rojos han sorprendido a la población 
				civil bombardeándola y causaron 86 muertos y 117 heridos, en su 
				totalidad personas civiles y en gran número mujeres y niños. 
				La España Nacional, 
				generosa y justa con los que engañados la han combatido sin 
				crueldades, no dejará, sin embargo, sin sanción ni debida 
				respuesta crímenes de esta naturaleza». 
				Se puede observar el error 
				en el número de aviones, así como en el número de muertos y 
				heridos, debido a los primeros datos obtenidos.Obviamente, el Parte Oficial de Guerra del Bando Republicano, en 
				cuanto al Ejército del Aire, no hace mención alguna a la masacre 
				de Cabra.   
				
				ARRIBA     
 
 
					A título de 
					curiosidad, entre los egabrenses ilustres, podemos citar a: 
					
					• San Argimiro, mártir y 
				Santo. Perseguido en tiempos de Mohamed II, fue atormentado en 
				el potro y finalmente traspasado por una lanza el 28 de junio 
				del 856. 
					• San Rodrigo. Nació en 
				Cabra. Vivió en Córdoba, siendo ordenado sacerdote, bajo el 
				reinado de Mohamed I, hijo de Abderramán II. El 13 de marzo del 
				857 fue degollado y arrojado al Guadalquivir. 
					• Dionisio Alcalá Galiano, 
				nació en Cabra el 8 de octubre de 1760. Marino y explorador 
				ilustre. Murió heroicamente en la batalla de Trafalgar el 21 de 
				octubre de 1805. 
					• Martín Belda y Mencía 
				del Barrio, militar y ministro de Marina con Narváez y con 
				González Brabo, en los gobiernos de la Unión Liberal, entre los  
				años 1863 y 1867.  
					• Juan Valera, político, 
				diplomático y uno de los escritores españoles más 
				representativos del siglo XIX, nació en Cabra el 18 de octubre 
				de 1824 y murió en Madrid el 18 de abril de 1905. 
					• José Solís Ruiz, nació 
				en Cabra el 27 de septiembre de 1913 y murió en 1990. Ministro 
				Secretario General del Movimiento (25/02/1957 al 29/10/1969) y 
				Ministro de Trabajo (11/12/1975 al 7/08/1976). Enviado especial 
				a Marruecos durante la crisis de la Marcha Verde en 1975. 
					• Carmen Calvo Poyato. 
				Ministra de Cultura del Gobierno socialista, entre abril de 2004 
				y julio de 2007. 
					• José Calvo Poyato, 
				historiador y miembro del Partido Andalucista. Fue alcalde de 
				Cabra entre 1991 y 2000.  
					• Carlos Zurita Delgado, 
				Duque de Soria, esposo de S.A.R. la Infanta Dña. Margarita de 
				Borbón, nació el 9 de octubre de 1943. 
					• Manolo Lama, locutor de radio (Cadena Ser), periodista 
				deportivo. Nació el 3 de enero de 1962 
                   
				
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