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Actualizada: 14 de Febrero de 2.009.  

 
 
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 Bombardeo rojo sobre civiles.


70  aniversario de la masacre de Cabra.

 Por Eduardo Palomar Baró. 




El lunes 7 de noviembre de 1938 la ciudad cordobesa de Cabra se despertó atemorizada, al observar que tres aviones de fabricación soviética Tupolev SB-2 Katiuska del ejército republicano, dejaban caer treinta bombas que provocaron la muerte de 108 personas, de las cuales 96 perecieron en el acto, y más de 200 heridos entre mujeres, niños y ancianos.

Todavía, después de 70 años, aún se desconocen los motivos de esa matanza que cometieron los rojos, ya que no había tropas, ni era escenario de operaciones, ni constituía ningún objetivo militar, ya que el frente estaba en el Ebro, donde el Ejército Popular realizaba preparativos para volver a la margen izquierda del río, en la batalla más cruenta y terrible de toda la guerra civil española.

Cabra, situada al sur de la provincia de Córdoba, a unos 72 km. de la capital y considerada el centro geográfico de Andalucía, era zona campesina y alejada de vías de comunicación. Hasta tal punto se ignora los motivos, que se han hecho especulaciones como si sería para celebrar el día 7 de noviembre, aniversario de la revolución soviética, de la cual procedían los tres bombarderos rápidos Tupolev SB-2 (Skorostnoi Bombardirovschik) Katiuska, los cuales arrojaron 30 bombas, con un total de 2.000 kilogramos. En Parrillas explosionaron cuatro bombas de 200 kg. cada una. En la esquina de la calle Platería con la Cuesta del Bachiller León, seis casas fueron derruidas con bombas de 50 kg. En la Plaza Vieja y la Audiencia cayó una bomba. En el colegio de las Madres Escolapias, el pabellón dedicado a la educación de las niñas, fue derruido por dos bombas. Gracias a que el ataque se inició a las 7:35 de la mañana, no se encontraba ninguna alumna, ya que la hora de entrada era a las ocho.

Por ser día de mercado habían acudido cientos de almas en aquella fría mañana de noviembre. Una de las bombas cayó en el mercado de Abastos, donde se hallaban reunidos los campesinos del entorno.

Esta masacre cometida en Cabra es casi totalmente desconocida por la opinión pública española ya que sólo existen algunas referencias en la prensa española, y por supuesto, por la opinión pública internacional, quizás porque no hubo un Picasso que inmortalizase la tragedia, como en el caso del bombardeo de Guernica. Sin embargo, ambos son igual de condenables, puesto que el número de víctimas inocentes es muy similar, pero parece que las ciento ocho vidas de Cabra pesan mucho menos que las ciento veinte de Guernica, cuando se pasan por el filtro de la propaganda roja o de la nefasta Memoria Histórica.

El nada sospechoso de ‘franquista’ Arcadi Espada Enériz, escribía sobre el caso:

«Pero, no eran vascos, no tenían un Picasso que pintase sus gritos, ni sus lágrimas conmovieron a nadie. Hoy que se pretende reescribir el pasado y volver a dibujar las fronteras de buenos y malos, nadie se acordará de esta masacre y siempre nos quedará Guernica. Decididamente, el bando franquista ganó una guerra, pero perdió la propaganda».

Desde luego en el bando nacional no se caracterizaron sus propagandistas por la habilidad que siempre mostraron los del bando rojo, o por la desfachatez con la que los apologistas de Guernica elevaron a miles las cifras de víctimas.

El bando republicano fue el primero en bombardear ciudades, de forma que antes de finalizar el mes de julio de 1936 ya habían sufrido estas agresiones Zaragoza, Córdoba, Sevilla y otras poblaciones, según se reconoce en sus propias partes oficiales de guerra. Pero mientras que el Gobierno del Frente Popular inició una campaña publicitaria frente a los bombardeos nacionales, que llegó incluso al Vaticano, la propaganda nacional, mucho menos preocupada por estas materias, sólo acertó a responder tardíamente con unos folletos que registran menos bombardeos y muertos causados por el enemigo de los que hubo realmente.

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Voló por primera vez el 7 de octubre de 1933. Fue diseñado por A.A. Arkhangelski bajo la dirección de Andrei Nokolaevich Tupolev. De construcción enteramente metálica, con planos provistos de flaps, tren retráctil hidráulico, amortiguadores y frenos automáticos. Tenía una limpia línea aerodinámica, que unida a la potencia de sus dos motores le permitía alcanzar una velocidad máxima de 430 km/h.

Entró en servicio a comienzos de 1936, llegando el 15 de octubre los primeros Katiuska –como fueron llamados por los republicanos– a Cartagena, entrando en combate el día 28 de octubre de 1936 al bombardear Tablada y Talavera.

El Tupolev SB-2 resultó ser más rápido que los cazas de los nacionales, que tras la sorpresa inicial pronto adaptarían la táctica de esperarlo a gran altura para después picar consiguiendo así mayor velocidad. El SB-2 disfrutó durante cierto tiempo de la ventaja de su velocidad, pero su propensión al incendio de sus tanques de combustible y su delicado mantenimiento en campaña, unidos a la llegada al bando nacional de los cazas Me-109, fueron incrementando drásticamente el número de sus bajas.

Se recibieron aproximadamente 100 unidades, que actuaron en todos los frentes, tanto en misiones estratégicas como tácticas, contándose entre sus acciones el bombardeo del acorazado alemán Deutschland (29/05/1937) y según algunos documentos e historiadores, remataron el hundimiento del crucero nacional Baleares (6/03/1938).

Al igual que resultó con otros tipos de aviones recibidos de la U.R.S.S., los primeros Katiuska fueron tripulados exclusivamente por rusos, transfiriéndose de forma paulatina a españoles.

Se construyeron un total de 6.656 unidades hasta 1940, manteniéndose algunas en servicio hasta 1943, a pesar de las numerosas pérdidas ocasionadas durante la II Guerra Mundial, fundamentalmente por el hostigamiento del caza ligero alemán Bf-109, diseñado por Willy Messerschmitt en 1934.

Características

Potencia                                  2 x 860 C.V.

Envergadura                            20,12 m.

Longitud                                  4,39 m.

Superficie alar                          51,34 m².

Peso vacío                               3.995 kg.

Peso total                                6.910 kg.

Velocidad de crucero              280 km./h.

Velocidad máxima                   430 km./h.

Alcance                                   1.450 km.

Techo                                      9.400 m.         

 

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Más de 50 bombardeos en la retaguardia franquista tuvieron lugar en el año 1938, a cargo de la aviación roja.

17/01/1938                 Cariñena; Longares.

18/01/1938                 Villanueva del Huerva;  Cotorrita.

20/01/1938                 Villanueva del Huerva; Cariñena.

21/01/1938                 Salamanca.

23/01/1938                 Sevilla.

25/01/1938                 Campillo de Llerena; Valladolid; Cariñena; Sigüenza; Jadraque.

26/01/1938                 Jadraque.

28/01/1938                 Aldeatejada; La Calzada de Oropesa.

31/01/1938                 Alcolea; Esquivias.

 

02/02/1938                 Riba de Saelices.

04/02/1938                 Toledo.

18/02/1938                 Peñarroya.

 

01/03/1938                 Palma de Mallorca; Toledo.

03/03/1938                 Zuera; Zaragoza; Almudevar; Castejón.

04/03/1938                 Almudevar; Alcalá de Guerrea.

07/03/1938                 Almedinilla.

08/03/1938                 Paniza; Cariñena.

09/03/1938                 Daroca; Villanueva del Huerva; Porcuna; Baena.

17/03/1938                 Peñarroya.

19/03/1938                 Fuenteovejuna.

26/03/1938                 Talavera de la Reina.

27/03/1938                 El Puente del Arzobispo.

28/03/1938                 Alcalá la Real.

30/03/1938                 Baena.

 

02/04/1938                 Toledo.

04/04/1938                 Porcuna.

08/04/1938              Talavera de la Reina; El Puente del Arzobispo.

13/04/1938                 Cogolludo; Jadraque.

20/04/1938                 Motril.

30/04/1938                 Alcalá de Chisvert.

 

20/05/1938                 Benicarló.

30/05/1938                 Benicarló.

30/05/1938                 Palma de Mallorca.

31/05/1938                 Palma de Mallorca.

 

06/08/1938                 Varias localidades de Extremadura.

28/08/1938                 Ceuta.

29/08/1938                 Castuera.

 

01/10/1938                 Ávila.

24/10/1938                 Aguilar.

28/10/1938                 Baena; Illesacas; Toledo.

 

02/11/1938                 Talavera de la Reina.

04/11/1938                 Bélmez.

07/11/1938                 CABRA.

09/11/1938                 Córdoba.

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Fue fundado en Pamplona en 1903, siendo editado desde entonces sin interrupción, por lo cual es uno de los más antiguos de España.

El día 9 de noviembre de 1938 publicaba en sus páginas un artículo sobre el bombardeo de Cabra, del cual transcribimos los párrafos más interesantes:

«Para sacarse la espina de las vergonzosas y continuas derrotas que han sufrido los rojos en su aviación en el frente del Ebro, han tenido un rasgo muy propio de su cobardía y su vileza. Huyen de enfrentarse con nuestros caballeros del aire porque carecen de corazón y vengan sus fracasos bombardeando poblaciones de nuestra retaguardia, envidiosos de la vida tranquila y ordenada que se disfruta en nuestra zona […].

Unos trimotores rojos cargados de bombas arrojaron en la culta y rica ciudad de Cabra (Córdoba) su metralla sobre la población civil en el momento en que se disponía a reanudar su trabajo cotidiano en medio de la paz que Franco ha proporcionado a todos los pueblos de nuestra retaguardia. Con refinada crueldad, han buscado como sitio para lanzar sus bombas el mercado cuando éste estaba en todo su apogeo. Veían ellos muy bien que allí no había uniformes militares sino vestimentas campesinas y mujeres del pueblo que iban a realizar sus compras, y arrojando las bombas en la ciudad, causaron 86 muertos y 117 heridos (*), en su mayoría gente civil, que estaban en el mercado […].

Este es el hecho criminal, ejecutado con toda premeditación, porque a esa hora sabían que las gentes salen de sus casas al trabajo. […] Ellos y sus cómplices de fuera han querido enternecer al mundo con el bombardeo de objetivos militares por nuestra aviación nacional. Para todas aquellas personas de captación fácil y de sensiblería pronta por la propaganda embustera ofrecemos hoy el espectáculo triste de Cabra, la ciudad cordobesa de retaguardia. […] A eso vinieron, a vengar esas derrotas del Ebro en este pueblo indefenso […] una población tranquila que no ha cometido más delito que ser muy española y rendir tributo al Caudillo».

(*) Cifras dadas en un inicio, pero que posteriormente se recontaron 108 muertos y más de 200 heridos.

 

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Aguilar Gallego, Petra. Obrera, 68 años.
Alonso Bonilla, Manuel. Soldado.
Aranda Serrano, Rafael. Obrero, 32.
Arévalo Camacho, Antonio. Hortelano, 66.
Ariza Aguilera, Cristóbal. Obrero, 50.
Barba Cubero, José. Hortelano, 63.
Bernal Gil, José. Cabo.
Borjas Mesa, José. Sargento de la Guardia Civil retirado, 57.
Borrallo Baena, Antonio. Obrero, 35.
Carabel de la Rosa, Manuel. Soldado.
Carrillo Cañero, José. 15.
Carrillo Ruiz, Celedonio. Obrero, 40.
Castillo Basurte, Rafael. 8.
Castro Arroyo, Rafael. Industrial, 43.
Castro Montero, Antonio. Soldado.
Castro Peña, Ana. Obrera, 48.
Cecilla Lama, Vicente. Hortelano, 50.
Córdoba Espinar, Antonia. Obrera, 17.
Cuevas Salazar, Rafael. Jornalero, 60.
Cumplido Valle, Natividad. Obrera, 21.
Delgado Hoyos, Manuel. Soldado.
Estacio Muñoz, Francisco. Prisionero, 29.
Fernández Morales, Eduardo. Soldado.
Fuentes Jiménez, Gabriela. Obrera, 60.
García Moral, Joaquín. Jornalero, 38.
García Reyes, Joaquín. Obrero, 63.
Gómez Castro, Francisco. Hortelano, 73.
González Agudo, Carmen. Obrera, 43.
González Castro, Soledad. 24.
González Guardeño, José. Obrero, 35.
Guardeño Castro, Antonio. Obrero, 35.
Guardeño Córdoba, Francisco. Obrero, 60.
Guardeño Guardeño, Antonia. 21.
Guardeño Guardeño, Antonio. 8.
Guardeño Guardeño, Juliana. 13.
Guardeño Guardeño, Mercedes. 13 meses.
Guardeño Santiago, Juliana. 43.
Guerrero Corpas, Francisco. Obrero, 73.
Guerrero Lama, Josefa. 70.
Guzmán Jiménez, Antonia. Obrera, 50.
Herrero Galisteo, Eusebio. Espartero, 54.
Hurtado Calzado, Diego. Herrero, 48.
Jiménez Fernández, Mariana. 10.
Jurado Ceballos, Antonio. Obrero, 70.
León Márquez, Manuel. Soldado.
López Álvarez, Emilio. Prisionero, 17.
López Chaves, José. Obrero, 48.
López del Valle, Antonio. Corredor, 43.
López Moya, Pedro. Obrero, 33.
López Ordóñez, Josefa. Obrera, 51.
López Ordóñez, Manuela. 40.
Maíz Nieto, Antonio. Obrero, 56.
Manchado Valverde, José. 65.
Medina Grande, Manuel. Obrero, 35.
Medina Oteros, Lorenza. Hortelana, 30.
Medina Oteros, Sierra. 21.
Mejías de Mora, Juan. Soldado.
Montero Molina, Ángel. 11.
Montero Molina, Antonio. 10.
Montes Montes, Rafael. Jornalero, 45.
Montoya Villasán, Enrique. Teniente de Regulares “Alhucemas” nº 5. (*)
Moñiz Cecilla, Rafael. Industrial, 43.
Morales Barranco, José. Zapatero, 50.
Morel Soto, Carmen. 14.
Moreno Arroyo, Antonio. 52.
Moreno Arroyo, José. 59.
Moreno Sabariego, Juan. Obrero, 65.
Moreno Vilchez, Manuel. Zapatero, 41.
Morillo Gaspar, Sierra. Obrera, 51.
Morillo Vera, Antonio. Obrero, 60.
Muñiz Marzo, Rafael. Obrero, 60.
Muñoz Castro, Luis. Obrero, 16.
Muñoz Morillo, Antonia. Revendedora, 45.
Ordóñez Castro, Manuel. Obrero, 60.
Ortiz Flores, Rafael. Obrero, 50.
Ortiz Gómez, Francisco. Hortelano, 42.
Payar Ruiz, Rafael. Guardia municipal, 40.
Peña Campos, Francisco. Obrero, 73.
Pérez Bermúdez, Ángel. Jornalero, 36.
Pérez Ruiz, Ángel. Obrero, 51.
Porras Arroyo, Joaquín. Obrero, 55.
Porras Bermúdez, Vicente. Obrero, 36.
Quero Hinestrosa, Antonio. Obrero, 50.
Rodríguez Moral, Francisco. Barbero, 45.
Roldán Alcántara, Manuel. Hortelano, 34.
Roldán González, Antonio.40.
Roldán Ortiz, Francisco. Obrero, 70.
Romero Ramírez, Diego. Obrero, 14.
Romero Roldán, Juan. Obrero, 60.
Rosa Flores, Sierra. Obrera, 50.
Ruiz Cuevas, Jesús. 9.
Ruiz Yedra, Antonia. 48.
Salcedo Pérez, Andrés. 30.
Sánchez Sánchez, Antonio. Cabo.
Serrano Córdoba, Antolín. 56.
Serrano Pulido, Francisco. Del campo, 48.
Urbano Serrano, Felipe. Obrero, 55.
Valle Valverde, Domingo. Obrero, 56.
Vega Benítez, Narciso. Soldado.
Zamorano Almagro, Domingo. Obrero, 58
Arriaga Castro, Cristóbal, 50.
Mesa Gaspar, Francisco, 53.
Rovira González, José
Moro Bonilla, Manuel, soldado.
Pocero Valverde, Carmen.
Pérez Flores, Rosario, 55
De la Rosa Moreno, Francisco, 55

(*) Enrique Montoya, teniente de Regulares, acababa de venir de la batalla del Ebro con 15 días de permiso. No murió en el frente, sino en la cama descansando.

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Bajo este título, el historiador, escritor y periodista César Vidal escribía en “La Razón”, el domingo 9 de noviembre de 2008, el siguiente artículo:

«De las bombas lanzadas por la aviación republicana una cayó sobre el mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y niños.

El 7 de noviembre de 1938, hace esta semana setenta años, la actividad bélica en España se centraba en la batalla del Ebro. Sin embargo, sin relación alguna con aquella terrible lucha, un destacamento de la aviación republicana se encaminó hacia la población cordobesa de Cabra. Su intención no era atacar un objetivo militar sino descargar su ira sobre una población indefensa. De las bombas lanzadas por la aviación republicana, en aquella misión carente de justificación, una cayó sobre el mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y niños. Cuando los aviones republicanos se retiraron, dejaron tras de sí algo más de un centenar de cadáveres, es decir, una cifra de víctimas similar a la de Guernica. Pero Cabra no tuvo un Picasso que la pintara ni tampoco el mando nacional, ocupado sobre todo en ganar la guerra, utilizó propagandísticamente aquel centenar de muertos.

Hoy son contados los españoles que saben lo que, hace setenta años, sucedió en Cabra, pero lo peor no es su ignorancia sino el esfuerzo consciente para que siga existiendo. Por ejemplo, a diferencia de Ibarreche con Guernica, Manuel Chaves, hijo de un militar franquista, no ha recordado a las víctimas ni tampoco ha exigido que Rusia pidiera perdón por proporcionar los aparatos que realizaron aquella misión. Tampoco ninguno de esos propagandistas disfrazados de historiadores ha recordado que, a diferencia de Guernica, Cabra no tenía una fábrica de armas ni estaba en la zona del frente en medio de una ofensiva que explica el bombardeo. Tampoco, a pesar de que han pasado siete décadas, ningún pintor, ningún escultor ha decidido levantar un recuerdo artístico a las víctimas del bombardeo republicano de Cabra. Tampoco las televisiones extranjeras han aparecido por Cabra para escuchar los testimonios, reales o supuestos, de los egabrenses. Tampoco se ha proyectado en ninguna cadena un documental que recuerde aquel acto de barbarie que carecía de justificación militar. Mucho menos se ha execrado al doctor Negrín, socialista y primer ministro, que sujetaba las riendas entonces del bando frentepopulista.

Ni siquiera, a pesar de haber nacido en Cabra, la antigua ministra de cultura, Carmen Calvo ha recordado a aquellas víctimas a muchos de cutos descendientes debe, sin duda alguna, conocer. Y es que, por enésima vez, ha quedado de manifiesto lo que es la mal llamada “memoria histórica”.

Sólo el raquitismo intelectual de la izquierda y de los nacionalismos, el deseo de quedarse con importantes raciones del presupuesto con cualquier pretexto y la necesidad de agitar el odio para enfrentarse con un PP que presentaba una mejor gestión política y económica acabó llevando a una alianza nacional-socialista cuya finalidad era volver a abrir heridas de antaño y condenar a la muerte civil a la mitad de España.

Para la izquierda y los nacionalismos se trata de recordar –¡cuánto desearían muchos que se olvidara el bando en que combatieron sus padres!– sino de crear una mentira propagandística impuesta sobre la población con todos los medios que, como siempre, pagará nuestro dinero. Millones de españoles, por el contrario, elevamos nuestras oraciones porque la alianza nacional-socialista no consiga reabrir las heridas de la guerra civil y recordamos a todos nuestros muertos, de un bando y de otro, por una razón o por otra, en el deseo de que España nunca vuelva a vivir un drama semejante».

 

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Hace referencia a la actividad de la aviación roja de esa fecha: «La aviación roja, huyendo de los encuentros aéreos que tantas pérdidas le cuestan y alejándose de todo objetivo militar, lleva varios días dedicada a batir pueblos civiles de la zona nacional, lo más alejados posible de las actividades militares y desde los que les es fácil la huída.

Hoy correspondió la cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la madrugada, nueve aviones rojos han sorprendido a la población civil bombardeándola y causaron 86 muertos y 117 heridos, en su totalidad personas civiles y en gran número mujeres y niños.

La España Nacional, generosa y justa con los que engañados la han combatido sin crueldades, no dejará, sin embargo, sin sanción ni debida respuesta crímenes de esta naturaleza».

Se puede observar el error en el número de aviones, así como en el número de muertos y heridos, debido a los primeros datos obtenidos.

Obviamente, el Parte Oficial de Guerra del Bando Republicano, en cuanto al Ejército del Aire, no hace mención alguna a la masacre de Cabra.

 

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A título de curiosidad, entre los egabrenses ilustres, podemos citar a:

• San Argimiro, mártir y Santo. Perseguido en tiempos de Mohamed II, fue atormentado en el potro y finalmente traspasado por una lanza el 28 de junio del 856.

• San Rodrigo. Nació en Cabra. Vivió en Córdoba, siendo ordenado sacerdote, bajo el reinado de Mohamed I, hijo de Abderramán II. El 13 de marzo del 857 fue degollado y arrojado al Guadalquivir.

• Dionisio Alcalá Galiano, nació en Cabra el 8 de octubre de 1760. Marino y explorador ilustre. Murió heroicamente en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805.

• Martín Belda y Mencía del Barrio, militar y ministro de Marina con Narváez y con González Brabo, en los gobiernos de la Unión Liberal, entre los  años 1863 y 1867.

• Juan Valera, político, diplomático y uno de los escritores españoles más representativos del siglo XIX, nació en Cabra el 18 de octubre de 1824 y murió en Madrid el 18 de abril de 1905.

• José Solís Ruiz, nació en Cabra el 27 de septiembre de 1913 y murió en 1990. Ministro Secretario General del Movimiento (25/02/1957 al 29/10/1969) y Ministro de Trabajo (11/12/1975 al 7/08/1976). Enviado especial a Marruecos durante la crisis de la Marcha Verde en 1975.

• Carmen Calvo Poyato. Ministra de Cultura del Gobierno socialista, entre abril de 2004 y julio de 2007.

• José Calvo Poyato, historiador y miembro del Partido Andalucista. Fue alcalde de Cabra entre 1991 y 2000.

• Carlos Zurita Delgado, Duque de Soria, esposo de S.A.R. la Infanta Dña. Margarita de Borbón, nació el 9 de octubre de 1943.

• Manolo Lama, locutor de radio (Cadena Ser), periodista deportivo. Nació el 3 de enero de 1962

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