Recogemos las
razones que uno de los grandes políticos de España como fue y es don
Blas Piñar, daba para votar NO a la Constitución Española el año
1978, cuyas razones han sido proféticas. Muchas de ellas ya
cumplidas, otras superadas y otras en proceso de cumplirse.
Yo personalmente y
los hombre y las mujeres de Fuerza Nueva, mayores de 21 años e
inscritos en el censo electoral, votaremos que no en el próximo
referéndum. La abstención pese a los argumentos esgrimidos nos
parece una postura poco gallarda y demasiado habilidosa, pues trata
de sumar al bando marxista, no solo las inhibiciones queridas, sino
también las de los perezosos, enfermos, ausentes y cobardes.
Votaremos que no
por razones sustantivas y razones procesales.
Por razones
sustantivas. Votaremos que no, porque la vida de forma política no
modifica la constitución sino presupuestos esenciales de la misma.
Votaremos que no,
porque aplicado el procedimiento del oratorio de las leyes
fundamentales al principio 8, mañana podrá someterse a referéndum.
El principio 7 y por consiguiente la alternativa: monarquía o
república. El principio 4 y por consiguiente la Unidad de España. El
principio 5 y por consiguiente el divorcio.
Porque la ley a de
ser expresión clara de categorías permanentes de razón y no de
arbitrarias decisiones de voluntad, como dijo José Antonio
simplificando bellamente el pensamiento cristiano y el pensamiento
tradicionalista.
Votaremos no,
porque no queremos la sustitución del Estado Nacional, en el que
España ha vivido en paz y en progreso que tiene, por el estado
liberal origen de todas sus desgracias y acusar al comunismo.
Votaremos que no,
porque queremos no destruir sino consolidar y perfeccionar la obra
de Francisco Franco.
Votaremos que no,
porque mantenemos y defendemos sin fisuras los ideales de la
Cruzada, y no queremos hacer estéril, ni pisotear la sangre vertida
en su defensa por centenares de miles de españoles en la trinchera o
en el martirio. Porque nos repugna la entrega de la tarea
legislativa a los partidos políticos confiscándola a las estructuras
básicas de la comunidad y especialmente a los sindicatos.
Votaremos que no,
por razones afectivas o procesales.
Votaremos que no,
porque se ha ideado y puesto en marcha en las Cortes un
procedimiento de urgencia impropio de una reforma política,
cualquiera que sea, que exige tiempo y sosiego.
Votaremos que no,
porque si el sufragio a de ser secreto y exento de coacción y de
represalias, no se entiende porque se ha asistido a la votación
nominal a los representantes del pueblo, en la asamblea legislativa.
Votaremos que no,
porque la propaganda oficial en vez de respetar a la hora de pedir
el voto apremia para que este sea en sentido afirmativo,
confundiendo e identificando los intereses de la Nación, con los
intereses del Gobierno.
Votaremos que no,
porque en definitiva el referéndum para nosotros es nulo de pleno
derecho, el artículo 65 vigente de la Ley Orgánica del Estado
establece que el Rey ha de enviar el proyecto elaborado por las
Cortes al Consejo Nacional para que este emita juicio acerca de
eventuales razones de contra Fuero.
Votaremos que no,
en definitiva, porque votando no, vamos a decir sí a la justicia, a
la libertad, al progreso, a la paz y a España.
Vamos a votar que
no, y como el secreto del sufragio es un derecho que se puede
utilizar o no, yo votaré con la papeleta con el NO bien abierto para
que haya una constancia pública e inalterable de mi voto. |