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Actualizada: 12 de Octubre de 2.010.  

 
 
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 Ahora que parece que ETA puede desaparecer ...


   Por Pablo Gasco de la Rocha.


Dedicado al recuerdo de los soldados José L. Ramírez Villar (+ 18-3-1980) y Florentino García Siller (+30-07-1980).

Quienes hemos venido siguiendo el acontecer del fenómeno terrorista en España, es decir, el fenómeno del terrorismo marxista, llámese ETA, GRAPO, FRAF, EPC, EGPGC, MPAIAC, entiendo que tenemos un cierto sentido para calibrar el momento concreto en el que nos encontramos, a tenor de la propuesta que la banda marxista-terrorista ETA le ha hecho llegar otra vez al Estado, que no sólo al Gobierno socialista de Zapatero. Y desde esa experiencia, si parece que estemos ante un final de negociación similar al que ya se produjo en 1981, cuyo acuerdo posibilito el final de ETA p.m. y el perdón para cientos de terroristas, muchos de los cuales siguieron matando o colaborando con el terror. Que esa es otra de las grandes paradojas de lucha antiterrorista que los sucesivos gobiernos del Rey han venido practicando.

    Un posible final pactado que viene determinado no tanto porque los principales asesinos de ETA están en la cárcel y pechando con penas que si realmente cumpliesen no saldrían de ella más que con los pies por delante, sino porque las distintas asociaciones de víctimas han instado al Parlamento que legisle una ley a partir de la cual  no se podrá negociar nunca con terroristas. De ahí, entonces, que los asesinos no estén dispuestos asumir tal losa ni el Estado a cerrar la puerta de la cocina. Al fin y al cabo ETA es una marca que huele y de la que todos quieren deshacerse cuanto antes. Porque entonces, a partir de ese preciso momento, se podría emprender otro camino de lucha antiterrorista que no sólo hiciera olvidar todo lo anterior, sino, sobre todo, pudiera emplearse contra los del “Cara al sol” y el brazo en alto, que es el afán último de la llamada "ley de memoria histórica".  

 Con todo, nada podrá borrarse, y ahí quedará para la historia:

    Que ETA ha marcado, desde la muerte de Franco, los tiempos, los modos y hasta las estrategias del Estado de Derecho del Reino de España en cuanto al modo y forma de combatir el terror. Y hasta tal punto es un dato perfectamente constatable, que cuanto mayor ha sido el debilitamiento de la banda marxista asesina, pese a que Rubén Múgica la califique de “nazi” (La Razón, 5 de febrero de 2010: “A mi padre: Fernando Múgica Herzog”), mayores han sido los argumentos que los sucesivos gobiernos del Rey, y el propio Monarca, han encontrado para negociar. Una negociación a la que se han avenido los sucesivos gobiernos de Su Majestad bajo las directrices que imponía ETA y su mundo de complicidad: el llamado “nacionalismo vasco democrático” (PNV, EA…)  y la jerarquía católica vasca. Lo que ha supuesto para la banda no sólo su legitimación como interlocutor válido, sino importantes contrapartidas como el “acercamiento” de sus presos y hasta las excarcelaciones, supuestamente por “motivos humanitarios”. Sin descartar caprichos como el de la “inseminación artificial”, el “cuidado de la madre”, o el consentimiento de tener como responsable de la Comisión de Derechos Humanos en el Parlamento Vasco a un terrorista convicto y confeso.

    Es de tal naturaleza el mal enquistado en la sociedad vasca, que advenedizos y hasta cómplices han terminado aupándose como adalides contra el terror a través de toda una serie de Foros. 

Sobre esta realidad, la que hemos creado. Una llamada “Declaración de Bruselas” coloca al Estado español y por ende a toda la nación en el mismo nivel que a ETA, toda vez que nos exige una “respuesta adecuada” como contrapartida a la tregua que nos ofrece ETA. Que es algo como de locos.

    Y es que ETA ha sabido internacionalizar el conflicto no tanto por su pericia, como por la desidia con la que el Estado español ha venido actuando contra el terror que ha impuesto la banda a toda la sociedad española. De ahí que la propia banda marxista-terrorista se permita decir, que “para superar el conflicto, más allá de pasos parciales, es necesaria una propuesta integral por parte del Estado”. Propuesta que, como siguen diciendo los terroristas,  “debe construirse con los compromisos de todas las partes y mediante la negociación”. Es decir, que ETA, y como siempre ha hecho a tenor de las implicaciones que el fenómeno terrorista ha venido teniendo, va mucho más allá de la simple negociación de dejar las armas y rendirse, porque este supuesto, dejar las armas y rendirse, lo supeditan a que el Estado negocie las cuestiones sobre las que se ha mantenido el “conflicto”. Que es así como llaman unos y otros a la acción de matar, robar, extorsionar, secuestrar, herir y destrozar. Siempre y cuando, naturalmente, lo haga el marxismo. Pues de lo contrario sería terrorismo puro y duro.  

    Pero no nos engañemos, todo el sistema está de acuerdo en lo que hay qué hacer. Ahí está el “Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo” y la “Ley de Partidos”, documentos consensuados en el Parlamento con el mismo argumento: "Se podrá plantear medidas individuales de reinserción para aquellos que hayan pedido perdón y condenado la violencia”.

Ahora, pues, sólo hace falta que se cumpla un mínimo de decoro para negociar, esto es, que los asesinos manifiesten, no hace falta que sea públicamente, que se han cansado de matar, o que simplemente reconozcan que el camino del terrorismo ya no puede dar los frutos deseados, que es otra de las formulas que se admite. Eso sí, a cara descubierta, esto es, sin capucha, como les exige el bravo general Alexandre desde La Razón. Y que es, me temo, lo único que les exigen a los terroristas nuestras fuerzas FFAA como garantes que son de la unidad, integridad y la paz de España para apuntarse también a la generosidad.   

     Pese a todo, que nadie crea que ETA desaparecerá completamente, y no lo hará, porqué es una marca que siempre venderá en el universo independentista vasco, al margen de la utilización que pueda hacerse de ella con fines individuales. Ahí tenemos al GRAPO con tantos de sus terroristas perdonados y colocados, cuya banda marxista-leninista de mafiosos no ha terminado de desaparecer, pese a los intentos de negociación que en todo tiempo y lugar se han dado. El último por parte del Gobierno de José María Aznar, cuyos negociadores fueron dos miembros del antiguo CESID, “La Casa”, alias “los Malasombra”, y los terroristas encarcelados: Enrique Cuadra Etxeandía, Fernando Hierro Chomón y Francisco Brotons Beneyto. A los que el Gobierno del PP les ofreció las mismas condiciones de siempre: la libertad de todos los presos de forma escalonada, y la concesión de una paga (pensión de por vida con cargo a los fondos de la Seguridad Social en muchos casos) para que pudieran reingresar de la mejor manera posible a la sociedad y no necesitarán dedicarse a cometer otros delitos para sobrevivir.

    Y como del diálogo con ETA no podemos establecer diferencias, al menos de fondo, entre PSOE y PP, entiendo que se debería ser mucho más respetuoso con la forma en que se aborda el tema, aunque en este caso le corresponda dialogar al Gobierno de Zapatero. Me refiero concretamente a la impertinencia del Editorial de La Gaceta (19 de septiembre de 2010), por cuanto, además, si tras el final pactado hubiera un príncipe de la paz, ese no podría ser otro que el príncipe que tenemos, el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia.

Finalmente un deseo y una sugerencia. En cuanto al deseo, y no pudiéndoles sacar, aunque sea arrastras, ante un pelotón de fusilamiento, sólo espero y deseo que se maten entre ellos como parece puede ser según denuncia efectuada a principios de este año por el terrorista Valentín Lasarte -asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica entre otros muchos anónimos, y actualmente disfrutando de una buena situación en la cárcel de Zuera (Zaragoza) como encargado del economato-, imputando a sus compañeros de ETA de querer matarle a él y a su familia por haberse desmarcado de la banda al entender, que (y cito textualmente): “el camino del terrorismo no puede dar ya frutos”. Respecto a la sugerencia, y destinada a la Asociación de Víctimas, que se coloque una cruz en cada lugar exacto de España en donde cayeron vilmente asesinados cientos de compatriotas nuestros.   


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© Generalísimo Francisco Franco. Noviembre 2.003 - 2.010. - España -

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