El Día de la Victoria es la fecha más importante del siglo XX para España. Es el día en el que se acabó con el comunismo imperante en La Patria, y en esta bendición debe estar de acuerdo toda persona inteligente o de bien, sea de la ideología que sea.

El Primero de Abril de 1939 venció directamente España y perdió indirectamente la URSS. Triste combate entre hermanos, sólo ellos, republicanos por engaño, que los hubo en masa, se equivocaron de Bando. No era la guerra de las "dos Españas"; era la guerra de España contra una invasión extranjera acometida por oriundos de la Península. A partir del Día de la Victoria, no quisieron ver, cegados por el maléfico odio de la guerra, que esta augusta Fecha no representaba exclusivamente el inicio de un lógico Régimen Militar sino que significó sobretodo, como he dicho antes, la erradicación del marxismo y la masonería en el Solar Patrio.

Liberales, ateos y progresistas deberían haber visto en la Victoria, además del fin de la masacre bélica, al menos, un mal menor. Pero las masas, manipuladas por el rojo extranjero en la República y en la Contienda y más tarde en el exilio por las democracias liberales aliadas con Stalin, no supieron unirse entorno a la Bandera Española. Porque recordemos que la República osó cambiar el Himno y la Bandera, abrió sus puertas a la abominable masonería y afilió por entero a una Nación con una Historia como la nuestra a la tiranía de uno de los peores genocidas de todos los tiempos. No era el Gobierno de España, eran representantes Españoles de un gobierno bolchevique que ni era europeo, abusando dictatorialmente de los votos de un pueblo analfabeto y ávido del desarrollo que nadie antes de Franco le dió.